Nuevo ataque de los nacionalistas a la libertad.
Estamos en temporada de vacaciones y, sin embargo, la chusma nacionalista no descansa: El Bloque Nacionalista Gallego acaba de presentar una iniciativa en la Cámara Baja del Congreso que obligaría a los guardias civiles de Galicia a redactar las multas en gallego. La Unión Federal de Guardias Civiles (UFGCS) no ha tardado en pronunciarse en contra de esta propuesta. Y es que, tal y como afirma Javier Martínez, director general de la UFGCS en Galicia, la Guardia Civil en un cuerpo con "movilidad geográfica" y no puede pedírseles que aprendan las lenguas cooficiales de cada destino al que vayan. Como medida principal en contra de la propuesta amenazan con apoyar las campañas de desobediencia que comiencen los agentes de forma "activa".
Y esto no es todo: El BNG acaba de darse cuenta de que en la misma DGT los topónimos de las ciudades y pueblos de Galicia, todavía figuran en su versión en castellano, como por ejemplo: Sangenjo en vez de “Sanxenxo”, La “Coruña” en vez de “A Coruña”, Carballino en vez de “Carballiño” u Orense en vez de “Ourense”. El Sr. Francisco Rodríguez le ha exigido a la DGT que se ponga remedio a la cosa y todos los topónimos figuren en gallego.
¿Pero quien es el tal Sr Francisco Rodríguez? Se preguntaran muchos, porque, estoy seguro que abra muy poca gente que sepa quien es éste señor.
Pues el Sr. Francisco Rodríguez, es alguien que esta ahí en la sombra del nacionalismo gallego, un personaje anodino y gris, y al que en la calle nadie volvería la cabeza para mirarlo dos veces, no suele salir mucho en la prensa y tiene el mismo carisma que un melón recién cortado. Pero ojo, porque este Sr. es el jefe de la UPG (Unión del Pueblo Gallego), el núcleo duro del BNG. En realidad este señor es el capo de toda esta “cossa nostra” que es el nacionalismo gallego.
¿Pero quien es éste señor para exigir tales cosas?
¿En nombre de que gallegos se erige representante para decidir por ellos?
¿Y quien le ha dado pábulo para otorgarse a si mismo esa potestad?
Porque, a ver, aunque los nacionalistas se autodefinan a ellos mismos como los representantes del pueblo, (representantes do pobo) eso no es lo que arrogan las urnas. De 75 diputados o escaños que tiene el parlamento de Galicia, ellos han conseguido trece. Eso significa que un 17% de los gallegos le da, su confianza a este señor, o lo que es lo mismo, que de cada 10, 1´7 le dice que esta de acuerdo con lo que el hace. Pero, ¿y que pasa con el otro 8´30 de los gallegos que le dicen, una y otra vez, que no, y que no?
¿Es qué el voto de estos últimos 8´30 de gallegos vale menos que el voto del otro 1´7?
¿Es qué los que no creemos en el nacionalismo, somos hijos de un dios menor?
¿Y por qué tiene que imponerse la voluntad de una minoría en contra de la voluntad de una gran mayoría?
¿Por qué tiene que haber galescolas donde los niños pueden ser enseñados totalmente en gallego, y no hay escuelas donde los a niños se les pueda dar clase solo en castellano?
Las respuestas a todas estas preguntas caen por si solas de pura lógica: lo hacen por en Galicia estamos viviendo una dictadura con todas las consecuencias y estamos siendo manejados por unos dictadores de la peor calaña, a los que no les importa un rábano, ni la libertad, ni mucho menos la democracia. Ellos van a lo suyo y punto, dicen: esto es así por que lo decimos nosotros y tú, si no estas conforme te fastidias.
Y ahora ya no les es bastante lo de dictar y mangonear a los gallegos, que se pasan al ámbito estatal, ahora también quieren dictarle a la DGT, un ente nacional, la Dirección General de Trafico de España. O sea que si un andaluz, un extremeño o un castellano es multado en Galicia, territorio –hasta la fecha y que se sepa- español, tendrá que llamar a alguien que le traduzca lo que dice la sanción.
Pero esto no es nada nuevo, hace ya unos años que cualquiera que viaje de Madrid a Galicia por la AP 6 habrá comprobado como en los indicadores de la carretera, tanto en Madrid, como en Castilla, como en León, y hasta en Zamora, los topónimos de La Coruña y Orense, aparecen como A Coruña Y Ourense, -luego ellos, los galleguistas, no tienen empacho al decir cosas como: “esta noite partido, Depor – Xetafe” o “accidente en San Lourenzo do Escorial” etc.- la verdad no se como ellos se lo consienten y no los mandan a tomar por…viento.
Esto es tanto como si lo españoles le dijéramos a Francia: eh vosotros franchutes, cuando pongáis en vuestras señales de carretera el nombre de nuestro país, poner España ¡eh!, que así es como se llama y no Espagne, ¡vale!
Y decirle a la DGT que en sus archivos y en todo lo que ellos editen, sea en castellano o no, es igual, los topónimos gallegos tienen que figurar en gallego. Eso lo mismo que antes, seria igual que decirle a la ONU, a LA OTAN, o cualquier organización así, que cuando se refieran a nuestro país, por ejemplo en ingles, -la lengua que mas usa esa gente- que escriban España y no Spain. Y es que esto es de locos, si no fuera tan trágico, seria para troncharse, con decir que tenemos La Real Academia de la Lengua Gallega, qué –y en esto quizás sea la única en el mundo- en vez de coger las palabras que usa el pueblo y adoptarlas, o como se diga, aúpada por los nacionalistas, se las inventa, se las quitan de la manga y las ponen en el diccionario. Así aparecen palabras como: Galiza, grazas, o perruquería, (peluquería) es inútil decirles que la raíz de la palabra peluquería es pelo y no perru, es igual a ellos les da lo mismo, no les importa un pepino como hablen los gallegos, ellos lo que quieren es buscar lo que menos se parezca al castellano.
Y todas estas iniciativas que estos representantes del pueblo están tomando en pro del gallego, son, en realidad, un paso más en el proceso de aniquilación de las libertades aun existentes en Galicia.
Seria ideal que cada cual tuviese la oportunidad, como político, profesor, alumno o ciudadano de expresarse a nivel publico en la lengua oficial de su elección. Así, tanto en los escritos oficiales de la Administración, incluido el Diario Oficial de Galicia, como en las demás comunicaciones, notificaciones, oposiciones y concursos, ninguna de las dos lenguas debería ser discriminada.
Pero esto seria como pedirle peras al olmo, es demasiado para ellos, ellos van a lo suyo, y lo suyo es vivir del cuento, y que no prevalezca la libertad, porque entonces se les puede fastidiar el chollo, y mientras tanto la democracia y las libertades de los gallegos -y del resto de los españoles también- se la pasan por el arco de triunfo.
P.D.
He recibido en mi mail, de parte de un amigo, la siguiente nota:
Vigueses por la Libertad
Aumentan las iniciativas ciudadanas en Galicia contra las políticas intervencionistas e impositivas en el ámbito de las opciones lingüísticas, que se han venido aplicando en esta Comunidad Autónoma. El último de estos proyectos es la asociación Galicia bilingüe, que acaba de presentarse en Vigo, con el propósito, según declararon sus promotores en una rueda de prensa, de "remover los principios de la política lingüística", en particular, en el campo de la enseñanza.
La asociación tiene página web: http://www.galiciabilingue.es/. En ella pueden consultarse sus posiciones y también enterarse de la génesis de esta asociación.
Y esto no es todo: El BNG acaba de darse cuenta de que en la misma DGT los topónimos de las ciudades y pueblos de Galicia, todavía figuran en su versión en castellano, como por ejemplo: Sangenjo en vez de “Sanxenxo”, La “Coruña” en vez de “A Coruña”, Carballino en vez de “Carballiño” u Orense en vez de “Ourense”. El Sr. Francisco Rodríguez le ha exigido a la DGT que se ponga remedio a la cosa y todos los topónimos figuren en gallego.
¿Pero quien es el tal Sr Francisco Rodríguez? Se preguntaran muchos, porque, estoy seguro que abra muy poca gente que sepa quien es éste señor.
Pues el Sr. Francisco Rodríguez, es alguien que esta ahí en la sombra del nacionalismo gallego, un personaje anodino y gris, y al que en la calle nadie volvería la cabeza para mirarlo dos veces, no suele salir mucho en la prensa y tiene el mismo carisma que un melón recién cortado. Pero ojo, porque este Sr. es el jefe de la UPG (Unión del Pueblo Gallego), el núcleo duro del BNG. En realidad este señor es el capo de toda esta “cossa nostra” que es el nacionalismo gallego.
¿Pero quien es éste señor para exigir tales cosas?
¿En nombre de que gallegos se erige representante para decidir por ellos?
¿Y quien le ha dado pábulo para otorgarse a si mismo esa potestad?
Porque, a ver, aunque los nacionalistas se autodefinan a ellos mismos como los representantes del pueblo, (representantes do pobo) eso no es lo que arrogan las urnas. De 75 diputados o escaños que tiene el parlamento de Galicia, ellos han conseguido trece. Eso significa que un 17% de los gallegos le da, su confianza a este señor, o lo que es lo mismo, que de cada 10, 1´7 le dice que esta de acuerdo con lo que el hace. Pero, ¿y que pasa con el otro 8´30 de los gallegos que le dicen, una y otra vez, que no, y que no?
¿Es qué el voto de estos últimos 8´30 de gallegos vale menos que el voto del otro 1´7?
¿Es qué los que no creemos en el nacionalismo, somos hijos de un dios menor?
¿Y por qué tiene que imponerse la voluntad de una minoría en contra de la voluntad de una gran mayoría?
¿Por qué tiene que haber galescolas donde los niños pueden ser enseñados totalmente en gallego, y no hay escuelas donde los a niños se les pueda dar clase solo en castellano?
Las respuestas a todas estas preguntas caen por si solas de pura lógica: lo hacen por en Galicia estamos viviendo una dictadura con todas las consecuencias y estamos siendo manejados por unos dictadores de la peor calaña, a los que no les importa un rábano, ni la libertad, ni mucho menos la democracia. Ellos van a lo suyo y punto, dicen: esto es así por que lo decimos nosotros y tú, si no estas conforme te fastidias.
Y ahora ya no les es bastante lo de dictar y mangonear a los gallegos, que se pasan al ámbito estatal, ahora también quieren dictarle a la DGT, un ente nacional, la Dirección General de Trafico de España. O sea que si un andaluz, un extremeño o un castellano es multado en Galicia, territorio –hasta la fecha y que se sepa- español, tendrá que llamar a alguien que le traduzca lo que dice la sanción.
Pero esto no es nada nuevo, hace ya unos años que cualquiera que viaje de Madrid a Galicia por la AP 6 habrá comprobado como en los indicadores de la carretera, tanto en Madrid, como en Castilla, como en León, y hasta en Zamora, los topónimos de La Coruña y Orense, aparecen como A Coruña Y Ourense, -luego ellos, los galleguistas, no tienen empacho al decir cosas como: “esta noite partido, Depor – Xetafe” o “accidente en San Lourenzo do Escorial” etc.- la verdad no se como ellos se lo consienten y no los mandan a tomar por…viento.
Esto es tanto como si lo españoles le dijéramos a Francia: eh vosotros franchutes, cuando pongáis en vuestras señales de carretera el nombre de nuestro país, poner España ¡eh!, que así es como se llama y no Espagne, ¡vale!
Y decirle a la DGT que en sus archivos y en todo lo que ellos editen, sea en castellano o no, es igual, los topónimos gallegos tienen que figurar en gallego. Eso lo mismo que antes, seria igual que decirle a la ONU, a LA OTAN, o cualquier organización así, que cuando se refieran a nuestro país, por ejemplo en ingles, -la lengua que mas usa esa gente- que escriban España y no Spain. Y es que esto es de locos, si no fuera tan trágico, seria para troncharse, con decir que tenemos La Real Academia de la Lengua Gallega, qué –y en esto quizás sea la única en el mundo- en vez de coger las palabras que usa el pueblo y adoptarlas, o como se diga, aúpada por los nacionalistas, se las inventa, se las quitan de la manga y las ponen en el diccionario. Así aparecen palabras como: Galiza, grazas, o perruquería, (peluquería) es inútil decirles que la raíz de la palabra peluquería es pelo y no perru, es igual a ellos les da lo mismo, no les importa un pepino como hablen los gallegos, ellos lo que quieren es buscar lo que menos se parezca al castellano.
Y todas estas iniciativas que estos representantes del pueblo están tomando en pro del gallego, son, en realidad, un paso más en el proceso de aniquilación de las libertades aun existentes en Galicia.
Seria ideal que cada cual tuviese la oportunidad, como político, profesor, alumno o ciudadano de expresarse a nivel publico en la lengua oficial de su elección. Así, tanto en los escritos oficiales de la Administración, incluido el Diario Oficial de Galicia, como en las demás comunicaciones, notificaciones, oposiciones y concursos, ninguna de las dos lenguas debería ser discriminada.
Pero esto seria como pedirle peras al olmo, es demasiado para ellos, ellos van a lo suyo, y lo suyo es vivir del cuento, y que no prevalezca la libertad, porque entonces se les puede fastidiar el chollo, y mientras tanto la democracia y las libertades de los gallegos -y del resto de los españoles también- se la pasan por el arco de triunfo.
P.D.
He recibido en mi mail, de parte de un amigo, la siguiente nota:
Vigueses por la Libertad
Aumentan las iniciativas ciudadanas en Galicia contra las políticas intervencionistas e impositivas en el ámbito de las opciones lingüísticas, que se han venido aplicando en esta Comunidad Autónoma. El último de estos proyectos es la asociación Galicia bilingüe, que acaba de presentarse en Vigo, con el propósito, según declararon sus promotores en una rueda de prensa, de "remover los principios de la política lingüística", en particular, en el campo de la enseñanza.
La asociación tiene página web: http://www.galiciabilingue.es/. En ella pueden consultarse sus posiciones y también enterarse de la génesis de esta asociación.
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