Thursday, August 13, 2009

La promesa...




Hubo una vez en Israel, un general llamado Jefte, el cual, antes de una batalla que se disponía a librar en contra los amonitas, hizo un imprudente voto al Padre Eterno, diciendo:“Si pusierais en mis manos a los hijos de Ammón, el primero, sea el que fuere, que saliere de mi casa a encontrarme cuando vuelva en paz, le ofreceré al señor en holocausto”.Consiguió Jefté vencer a los amonitas, y como la noticia de tan celebrado triunfo se propagara rápidamente, su hija única, Seila, llena de jubilo, corrió al encuentro de su padre, que regresaba victorioso.Al verla, los ojos de Jefté se arrasaron de lágrimas; su corazón de padre se sintió taladrado de parte a parte, y rasgando sus vestiduras, exclamó: “¡Cuán desgraciado soy, hija mía!” y le manifestó el voto que al Señor había hecho.Entonces Seila, dando sublime testimonio de hija sumisa y amante de su padre, no solo aceptó el sacrificio, sino que animó a su padre a que lo cumpliera, pidiéndole, como único favor, que le permitiera vivir dos meses en la soledad de los campos con objeto de prepararse para la muerte.Pasados los dos meses, volvió Seila del monte y Jefté cumplió su imprudente voto.El general Jefté era un imprudente, pero había hecho una promesa y como hombre de honor, fue fiel a su palabra hasta las últimas consecuencias.


El que parece no tener problema alguno a la hora de no cumplir sus promesas es el señor Alberto Núñez Feijoo.Antes de las ultimas elecciones al Parlamento de Galicia, cuando el señor Feijoo vino a pedirnos nuestro voto, el señor Feijoo prometió que, si el ganaba las elecciones, antes de concluir sus primeros cien días como Presidente de la “Xunta” de Galicia, derogaría el decreto del gallego y los padres podrían elegir el idioma en que deseasen que sus hijos fuesen escolarizados.El 5 de marzo de 2009 el señor Feijoo declaraba: "Los alumnos podrán dirigirse en clase al profesor en cualquier idioma, al igual que hacer el examen en castellano o gallego o estudiar por libros de texto en ambas lenguas".Pues bien, el señor Alberto Núñez Feijoo, como ya es de conocimiento popular, gano las elecciones, y fue instituido como Presidente de la “Xunta” de Galicia, y ya han pasado los cien primeros días desde su investidura, pero el decreto del gallego sigue como estaba o aun peor, septiembre está a la vuelta de la esquina, pero los padres gallegos seguimos sin saber si tenemos derecho, o no, de elegir el idioma para la escolarización de nuestros hijos.En realidad, la “Xunta”, señala que, mientras el decreto sobre el gallego en la enseñanza esté vigente, "esa será la legalidad imperante".Está es la forma en que el señor Feijoo, cumple su promesa.Y no es que la promesa que el señor Feijoo nos hizo implicara algo tan drástico como la del general Jefté, ni mucho menos, lo que le implicaba al señor Feijoo cumplir su promesa era algo tan simple como hacer que los colegios de Galicia respetasen la Constitución Española de 1978, que en el Artículo 3 dice: El castellano es la lengua oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. (Si tiene el deber de conocerlo, en algún sitio tendrá que aprenderlo) algo tan simple como eso era todo lo que el señor Feijoo tenia que hacer para cumplir lo prometido.Pero la prisas que el señor Feijoo sentía por cumplir su promesa antes de las elecciones, se diluyeron como un turrón de azúcar en una taza de café caliente, una vez ganadas estas.Primero dijo que iba a mirar la mejor manera de hacer algo que no molestase a nadie.Luego, después de pensarlo durante "unos días", nos salió con la “historia” de hacer una especie de referendo entre los padres de alumnos, para saber sus deseos.¿…? ¿Pero iba o no iba, a derogar el decreto del gallego y dejar que los padres eligieran?Sobre esto, la portavoz del PSG, Mar Barcón, dijo que esta era una encuesta innecesaria. (Esta elementa lo que haría, de estar ella en el lugar de Feijoo, es darles coba a los nacionalistas acatando todo lo que estos deseasen y que la dejasen gobernar en paz, tal como hizo Touriño con Quintana)El señor Carlos Ignacio Aymerich, (apellido gallego donde los haya) portavoz del BNG, dijo que esto era una forma de dividir a los gallegos. (Ya se sabe cual seria la política a seguir por este individuo, meter el gallego de grado o por la fuerza, con embudo si hace falta, democracia al mas puro estilo “nazi” o “nacionalista”, que para el caso es lo mismo, y los gallegos todos unidos, si señor)Y hasta hubo un cantamañanas de rebaño, un tal JOSÉ DE CORA: presidente de la Confederación de Asociaciones de Padres de Colegios Públicos, Virgilio Gantes, que opina que es una barbaridad preguntarnos a los padres sobre estos temas, porque no estamos capacitados para opinar.¿…? ¡Hay que joderse!¿Pero quien carajo es este acémila?¿Cómo es que ha llegado a presidente de nada?Un fulano que vive sin dar palo al agua a costa de nuestro dinero y nos insulta diciendo que no estamos capacitados para elegir la lengua en que queremos educar a nuestros hijos.¿Supongo que para este imbécil no estamos capacitados para nada?, ni para votar para la elección de nuestros gobernantes, ni para decidir que programas de televisión ver, que prensa comprar o a que tipo de reuniones asistir, en realidad, supongo, que, para él, deberíamos estar tutelados en todos nuestros actos, pues somos unos “incapacitados”.¡Pero, habrase visto alguna vez un “parapléjico mental” mas grande!Con todo, la encuesta siguió adelante y, a pesar de que muchas de nuestras escuelas están tomadas a saco por los “nacionalistas” y muchos padres temen que si votan en contra de la imposición del gallego en las aulas, sus retoños puedan sufrir las consecuencias, la mayoría de los padres encuestados, opto por la enseñanza en castellano y la asignatura de gallego en esta lengua.
Y, a pesar de todo, el señor Feijoo, sigue sin decidirse a cambiar la ley y dejarnos a los padres elegir.Pero por Dios señor Feijoo, ¿Qué más necesita? ¿Es que piensa usted seguir haciéndonos encuestas hasta que gane el si a la enseñanza obligatoria en gallego?Por Dios, por Dios, cumpla su promesa, que no le estamos pidiendo lo que se vio obligado a cumplir el general Jefté, sino, simplemente, algo que es del más elemental sentido común.Lo dice Pablo Molina, en su articulo de Libertad Digital, nada hay más sensato y acorde con los derechos y libertades públicas que los padres puedan elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos.

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