Tuesday, March 16, 2010

Buena la hizo la señora Rosa Diez, cuando se le ocurrió llamarle gallego.



Buena la hizo la señora Rosa Diez, cuando se le ocurrió llamarle gallego, en el sentido más peyorativo del término, a Zapatero.
Ha puesto a la mayoría de mis paisanos en pie de guerra.
Y yo, desde luego, no comprendo a que viene tanto alboroto.
Tenía razón el señor Arcadi Espada, el otro día en el programa de julia Otero, cuando dijo que el enfadarse por algo así era de paletos, pueblerino y cantonal, y es verdad. El que la señora Diez le haya llamado gallego a Zapatero, solo ofende a aquellos que realmente tienen un complejo de inferioridad.
Yo soy gallego y no me he sentido ofendido lo mas mínimo. Que el mote de gallego sirve en el resto de España y en gran parte de Sudamérica, para definir a alguien, como una persona errática y que no se aclara con lo que se trae entre manos, es un hecho, pero cuando veo a alguien que usa este mote, a mi lo único que me produce es una gran regocijo, como algo chusco y divertido, nada mas.
Esto solo son estereotipos que aparecen en todas partes y para todos los gentilicios y que no hay que tomar tan en serio. En Inglaterra, para decir más o menos lo mismo, te dicen que pareces “Irish” irlandés, en Tenerife, que pareces de la Gomera y aquí en mi pueblo que si eres de Nebra, que es un pueblo de al lado.
También decimos que el catalán es tacaño y codicioso, hasta el punto que, de tanto no sacar la mano del bolsillo a la hora de pagar, parecen mancos o que, si estuvieran en el Oeste, no durarían un tris por lo lentos que son desenfundando. Y del vasco o vasca, como la señora Diez, se dice que es noble, pero también fanfarrón y violento. Y que decir de los de Lepe, los pobrecillos, con la de chistes malos que hacemos sobre ellos, ¿no tendrían todo el derecho del mundo a enfadarse?
Pues no, nada de eso debiera enfadarnos, ni preocuparnos más allá de la anécdota.
Lo que si debiera preocuparnos y mucho, es la terrible crisis que nos asola y el incapaz que tenemos al frente del Gobierno.
Y lo que debiera enfadarnos, y mucho, son aquellos nacionalistas-separatistas, dictadores que tratan de imponernos que vivamos nuestras vidas como a ellos les salga de la flor. Los “demócratas” que el otro día reventaron una conferencia que la señora Díez trataba de dar, como invitada, en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde, y según la señora Díez, tuvo que soportar a un tipejo, a dos metros de ella, “haciendo el gesto del disparo” mientras la llamaba “fascista y asesina”.
Y aquí en Galicia, a los de “Nunca Maís”, “BNG” y aledaños, estos, que al parecer son los que mas se han molestado con la diatriba de la señora Díez y que, paradójicamente, es a los que mas ha beneficiado, pues les ha dado munición para seguir dándonos la murga a los gallegos, con aquello de “Nunca Maís con España”, hasta el día del Juicio Final.
Y debería molestarnos que tengamos al PSDG, bailándole el agua a aquellos, tratando de recoger las migajas.
Y debiera enfadarnos, y mucho, el tener un Presidente de la “Xunta” Junta de Galicia, que nos engaño vilmente, cuando, antes de las elecciones, prometió que si ganaba, nos daría a los padres la oportunidad de elegir idioma en la educación de nuestros hijos, para luego, y una vez ganadas, tararí que te vi.
Y debiera enfadarnos, que nos dejen vivir en paz, que no nos dejen ser libres y que nos enfrenten a unos contra otros, si todos somos españoles.

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