“Hemiplejia moral” o la Idiosincrasia progre.
Leo en un periódico local, en gallego, lo siguiente: (Traducido del gallego por el autor de este blog) Cada vez que los integrismos entran en erupción, salen mal parados los libros.
Pasó con Hitler en el año 33. Pasó durante la Guerra Civil española, cuando los falangistas coruñeses hicieron una hoguera con los libros de Casares Quiroga. Y pasó con los traidores soldados de Pinochet que, por miedo a la democracia, quemaron libros sobre política el 11 de septiembre de 1973, el mismo día y mes del ataque de Al Qaeda contra los Estados Unidos. Y ahora aprovechan la efeméride los sectores ultraconservadores para apoyar la ocurrencia de quemar Coranes de un “pastorcillo” evangélico de Florida.
El filosofo y escritor francés Jean-François Revel, acuñó el termino “hemiplejia moral” para referirse a la ética que caracteriza a la izquierda mundial. Revel señala que los izquierdistas no juzgan los hechos, sino que catalogan a las personas y a las instituciones.
Una misma acción tiene carácter negativo o positivo según el signo del gobierno o institución que la realice.
Dándole la razón al pensador francés, la generalidad de los “progresistas” han dividido a la humanidad en dos grupos antagónicos: el de los “buenos” y el de los “malos”.
La derivación inmediata de este “razonamiento de dirección única” es que las acciones –cualesquiera que sean- de los integrantes del conjunto de los “nobles” izquierdistas sólo podrán ser generosas y desinteresadas. Mientras que las del clan de los “pérfidos” de la derecha, únicamente estarán guiadas por la maldad y el egoísmo.
Y he elegido el articulo expuesto, escrito por una señora o señorita, pues el autor firma con nombre de mujer, (Inma) porque es un reflejo palpable se esa hemiplejia moral.
Ella, le da un repaso a todos aquéllos “quemadores” de libros que, ella cree, están englobados en esa corriente política que conocemos por “la derecha” y olvida sistemáticamente a aquéllos “quemadores” de libros englobados en la corriente política contraria, la izquierda.
¿O a lo mejor ignora que también de esos hubo?
A lo mejor no sabe si se quemaron libros en la Cuba de Fidel Castro, o en la Rusia de Lenin o Stalin; y a lo mejor no oyó hablar de Pol Pot o que tal suerte corrieron los libros en la China de Mao. Y durante la Segunda Republica, ¿Quizás entonces no se quemaron libros? Pues si, se quemaron libros iglesias y hasta religiosos. Iglesias como las que se están quemando actualmente en el Sudan; y quizás tampoco no ha oído hablar del “asalto” a imprentas de periódico y el cierre emisoras de radio y televisión que está llevando a cabo Chávez en Venezuela.
¿Pero quizás la señorita Inma ignora todo esto?
¿O quizás lo olvida a propósito?
¿Quizas no ha visto u oído que aquí en España, sin ir mas lejos, El Gobierno autonómico catalán, presidido por un socialista cordobés que habla un catalán ortopédico, ha expulsado del “paraíso nacional catalán” a las principales glorias de su literatura, -Vázquez Montalbán, Marsé, Mendoza, Ruiz Zafón, Matute o Ledesma- por el mero hecho de escribir en castellano?
Y quizás ignora también que, hay lugares en España, -Cataluña, Valencia, las Vascongadas o Galicia-, donde a muchos padres nos es imposible escolarizar a nuestros hijos en castellano, el idioma del país del que formamos parte.
Y esto, señorita Inma, también es quemar libros. Y, sobre todo, quemar la libertad de las personas. ¿No le parece?
Y en cuanto al “pastorcillo” que menciona, acabó no quemando el Corán.
Al final nos quedamos sin saber si se trataba de un energúmeno con afán de notoriedad o simplemente alguien que quería probar un punto.
A lo mejor quería demostrarnos a todos, toda la maldad que encierra el fanatismo islámico y al mismo tiempo, cual sería la reacción de occidente ante la amenaza de otro ataque por parte de los terroristas-islamitas.
Fuese cual fuere su intención, su punto quedó demostrado con creces.
Puesto que, el islam contestó con la ira a que nos tiene acostumbrados y occidente contestó, como siempre, acojonadito.
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