Saturday, September 17, 2022

El miedo es enemigo de la Libertad y del Progreso y ellos lo usan con perversidad y alevosía



Nunca fui partidario de de escuchar a los conspiranoicos.  Esa gente que afirmaba que detrás de todos los males y tragedias del mundo había una elite que desde las sombras manejaba los hilos y los destinos del mundo.

 Pero a la vista de los acontecimientos trágicos que estamos padeciendo con esta ralentización programada de la actividad económica mediante la inoculación continua de miedos y temores, mi resistencia  a no creer en esas conspiraciones va enflaqueciendo a pasos agigantados.

 

¿Por qué sino todo ese afán de inculcarnos tanta fatalidad y desgracia?

¿Por qué ese ahínco en hacernos creer que todas las calamidades y desventuras del mundo se han abatido de repente sobre el ser humano?

 

Nos dicen que hay una ola de calor en julio y agosto, ¿como si en estos meses lo normal fuese que nevara?

 

Antes cuando hacía buen tiempo ponían un cielo despejado y azul con soles redondos como huevos fritos.

Ahora nos enseñan un mapa achicharrado con colores que van del rojo intenso, chamuscado, hasta el amarillo de la costa norte donde marca 22 grados de máxima.

 

Nos amenazan con toda clase de pestes y epidemias.

Primero fueron las vacas locas, luego la gripe aviar, seguido de la gripe A, para acabar encerrándonos a todos con el pretexto de no infectarnos de la “pandemia” y como esto último ya casi no da para más, vienen con lo de la viruela del mono.

Pero como, al parecer, esto último no acaba de cuajar, nuestro ínclito Presidente, Pedro Antonio Sánchez, hace unos días anunciaba,  que para septiembre habrá nueva tanda de vacunas para las personas mayores.

Los jóvenes y no tan jóvenes, se han pasado el verano amontonados en festivales, verbenas y festejos de toda índole, la mayoría organizados y pagados por entes estatales, luego te dicen que hay que usar una mascarilla para entrar en una farmacia – ¿se puede ser mas ridículo?- y a quién quieren volver a pinchar es a los más mayores… ¡tiene bemoles la cosa!

 

Los más mayores no han ido a festivales, ni a verbenas, ni se han estado rozando con nadie, ellos, los pobrecillos, se quedaron en sus casas o sus residencias.

¿Pero es a ellos a quién ahora hay que pinchar?

 

¿Porque, al parecer, los más mayores tienen la culpa de casi todo?

 

¡Qué hay demasiados accidentes de trafico!

Un estudio hecho recientemente dice que los mayores de 70 años son la franja de edad con menos accidentes - Pero las autoridades “competentes” han decidido que a los más mayores se les exija unas condiciones más duras a la hora de renovar el carné-.

 

¡Que el Estado tiene una deuda enorme y hay que ahorrar!

Pues vamos a revisar las pensiones que estos más mayores se lo están llevando crudo

Y así todo.

 Y es que, si hay una victima en todo este desaguisado, esos son los más mayores.

 

Y la cosa no queda ahí, ¡que va!

De momento nos amenazan con un invierno que nos vamos a acordar de la ola de calor del verano.

 

Escucho que este próximo invierno, debido a la escasez de gas que se prevé que vamos a tener, a causa de la guerra en Ucrania, la UE va a recomendar, de momento, quizás más tarde vaya a obligar, a no usar la calefacción por encima de los 19° grados centígrados.

Y quizás, debido a esta escasez de anergia, puede que en algún momento suframos incluso apagones.

En verano nos dijeron que no pusiéramos el aire acondicionado y ahora, en el invierno, que no pongamos calefacción.

-No se preocupe señor Presidente, al precio que usted tiene la luz en España, ya nadie se atreve ni siquiera a usar el intermitente para señalar la maniobra en el coche-.

 

¿Y lo del coche eléctrico?

Dicen que no tenemos luz ni para cargar el móvil, pero nos mandan –obligan- a comprar coches eléctricos.

 

Lo del coche eléctrico va a ser el mayor timo y mayor fiasco de la historia.

Ahora mismo, de los 250 millones de coches que tiene EEUU en sus carreteras, algo menos del uno  por ciento (1%) son eléctricos y, sin embargo, sus dueños han sido advertidos de no cargar sus baterías en horas punta porque eso supone demasiada presión en la red eléctrica.

Esto es un desastre esperando a suceder.

 

Y nuestro Presidente y su Gobierno, han decido que, dentro de ocho años todos los españoles tendrán que tener un coche eléctrico o no tener coche.

 

 

Y lo peor es que eso está sucediendo, no solo en España, sino a nivel mundial...

 

No, no solo en España. Este escenario de crisis energética, crisis con toda clase de suministros, crisis económica, amenaza de hambrunas a escala mundial, crisis con la migración en masa de los países subdesarrollados hacia el primer mundo, crisis con la guerra de Ucrania, a todas luces en expansión, todo ello de forma metódica y simultánea, no fue diseñado por España.

 

Estos de aquí, Pedro Sánchez y su mariachis, son los tontos útiles que hacen el trabajo sucio, pero esta crisis que está poniendo al mundo en una situación que amenaza la seguridad de gran parte de la humanidad, especialmente la de esa ancla estabilizadora que representan las clases medias para nuestra sociedad, fue diseñada en el país de la libertad, -o mejor dicho, por la elite de ese país- ese país que se supone protector del mundo.

 

Los Estados Unidos de América, ahí es donde se han fraguado y todavía se sigue haciendo, los destinos de la humanidad.

 

Y todo comenzó con aquel fatídico 11 de septiembre del 2001, con el derrumbe de las Torres Gemelas del World Trade Center.

 

Todo fue planeado desde el principio.

Y todo fue hecho con el ánimo de asustarnos y poder manejarnos a su antojo.

 

 El  Grupo Banco Mundial, y sus asociados, se han comprometido a ayudar a los países a establecer sistemas de registro civil y de identificación fiables e inclusivos.

Y al respecto, este mismo  Grupo Banco mundial, en estrecha colaboración con sus asociados, como la Fundación Bill y Melinda Gates, -¿Por qué siempre me encuentro a este crápula en todos estos guisos?- ha movilizado 1.000 millones de dólares en apoyo de los sistemas de registro civil y proyectos relacionados con el ámbito de la identificación en más de 45 países.

 

La Doctora Tatiana Mitrova, investigadora de la Política de Energía Global, por la Universidad de Columbia, -el CUCGEP, por sus siglas en ingles- nos lo pone todavía más crudo: “Estamos en guerra”, dice, “esto es algo que los políticos y consumidores europeos se ha negado a admitir durante mucho tiempo. Esto puede sonar terrible, pero es la realidad. En tiempos de guerra la economía se moviliza. Las decisiones no son hechas por los gobiernos, ni por el mercado libre.  Y esta es la situación en la que se va encontrar Europa este invierno”.

 

 

El miedo es enemigo de la Libertad y del Progreso y ellos lo usan de forma inmisericorde, con perversidad y alevosía.

 

Nos tienen en un puño y a su antojo.

 

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