Ley de Restauración de la Naturaleza...¡y una mie...!

 

Como ya debe ser conocido por todos, los zánganos de Bruselas han acabado  aprobando la Ley de Restauración de la Naturaleza.

Por medio de esta ley, dicen, pretenden restaurar al menos el 20% de las zonas terrestres y marítimas de la Unión Europea, para el 2030.

-Otra ley de la Agenda 20-30-.

Restauración de la Naturaleza, un nombre rimbombante. ¿Quién no va a estar de acuerdo con eso?

¿Pero qué puede saber un burócrata de Bruselas, de restauración de la naturaleza? ¿Qué puede saber sobre el campo, la ganadería o la pesca?

En realidad no saben nada de nada. Ellos no saben de lo que va el tener que ganarse la vida un día si y otro también. Ellos son la elite y a ellos se lo dieron todo hecho, alguno no sabe ni como es una nuez verde, de qué color es una gamba en el mar o si una patata es una fruta o una raíz.

Ellos viajan todos los días en avión desde sus respetivos países, Italia, Alemania, Francia, España, Etc., ida y vuelta, a Bruselas y luego le meten un impuesto al sufrido ganadero por las flatulencias de sus vacas. ¡Tiene pellejo la cosa!

¿Y hasta donde quieren llegar con esa restauración?

¿Quieren que se vea de nuevo como cuando el primer ser humano pisó esta tierra?

¿Quieren que los campos vuelvan a ser un matorral?  ¿Quieren que se vean cómo antes de que alguien  los desbrozara y sembrara el primer grano de trigo?

¿Cómo?

En realidad no lo saben, porque no hay plan. Bueno, si hay un plan, pero no tiene nada que ver ni con la naturaleza, ni con restaurar.

En realidad, el plan consiste en destruir y arruinar el sector primario, como están arruinando la industria del motor entre otras y entran a saco, como un toro en una cacharrería.

De momento en menos de dos años, se han destruido en España más de 500 presas, azudes y molinos.

Molinos que se quedan sin agua como zombis sin alma. Acequias destinadas al riego, que un día se veían preciosas y refrescantes, aparecen a ahora como zangas llenas de hierbajos, botellas de plástico y toda colase de basuras.

Presas y azudes, muchos de ellos, de miles de años de antigüedad -y no estoy de broma, existen azudes prerrománicos- que desviaban parte del caudal para alimentar acequias, causes para el riego o para los molinos que con el paso de los años se habían convertido en verdaderos ecosistemas vitales para la biodiversidad de la flora y fauna locales, además de formar hermosos paisajes dignos de la obra de un pintor.

Ahora todo eso ha quedado destruido porque un burócrata en Bruselas, se levantó una mañana y en vez de rascarse el pompis, decidió tener una idea.

Aunque no es solo por eso, no. Qué va.

Lo que están buscando es cancelar todos los derechos históricos del uso de agua.

En otra palabas, quieren robarnos el agua y luego racionarla y vendérnosla.

-El agua ya cotiza en el NASDAQ, ¿Lo sabían?-

Y ahora van a ir a por los pantanos y para justificar el hecho del derribo de pantanos al mismo tiempo que nos amenazan con la sequia, se han sacado de la manga… ¡Agárrense! Que los pantanos están desestabilizando el eje de rotación de la tierra.

Tres cuartas partes de la tierra están cubiertas por los océanos. Hay huracanes, tormentas, corrientes o las mismas mareras, que mueven masas ingentes de agua de un lado al otro de la tierra, y ahora, ¿¡un pantano, un  simple pantano, por muy masivo que sea,  compromete el eje de rotación de la tierra!?

¡Madre de dios bendito!, nos toman por borregos del todo