Saturday, March 31, 2018

Cataluña Tierra Española.


Escribe Guillermo Gortázar, en su libro, “Bajo el dios Augusto”: “Desde los tiempos más remotos, la historia ha sido concebida como un medio de legitimación de poder y, por ello, se ha intentado reajustarla y escribirla a conveniencia.
Las verdades que proclama la ideología nacionalista no son racionales, puesto que son dogmas.
Su fuerza no está en las ideas sino en las creencias y en los mitos. Su visión del pasado y las imágenes que proyecta en el presente son inmunes a la crítica porque componen un relato, no un razonamiento.
Que esta escritura de la historia no se corresponda con la realidad no resulta ser un obstáculo para que sus defensores –dotados tanto de imaginación como de amplio apoyo económico- terminen por suplantarla, imponiendo sus tesis en el sistema educativo.
Así se explica, en parte, la actual situación catalana, puesto que el pasado pesa tanto en España porque el presente lo manipula”
Por mi parte, además, añadiría el fanatismo. Un fanatismo sordo, ciego y cerrado ante cualquier razonamiento lógico.
El fanatismo de unos individuos que se creen miembros de una raza superior, por el simple hecho de haber nacido en un determinado lugar.
-Se olvidan de que todo idiota tuvo que haber nacido en alguna parte-
Pongamos por ejemplo a Rufián, este tío nació en Cataluña y es un cretino, pero si hubiese nacido en Andalucía, lugar de origen de sus padres, seguiría siendo igual de cretino, solo que con diferente acento.
Pero además de un fanatismo a prueba de bombas, estos individuos hacen gala de un cinismo que avergonzaría a un trilero.
Piden dialogo, para luego encerrarse en que no aceptaran nada que pase por menos que la independencia de Cataluña.
Dicen que en España no hay democracia, para luego, ellos, dar un golpe de estado y querer llegar, por las bravas, a esa independencia de Cataluña.
Y cuando la justicia española le pide cuentas por esos hechos, ellos claman por un tratado político, como si el Gobierno, pudiere intervenir en las decisiones de los jueces.
Si olvidan que nuestra Constitución se asienta en tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial, y que unos no pueden interferir con los otros. Luego se ve que tampoco creen en la Constitución.
A pesar de que Cataluña en una de las regiones más ricas de España y que, este hecho, es debido en buena parte a que fue siempre distinguida por todos los gobernantes, incluido Franco, como receptora de las mejores industrias, ayudas estatales, subvenciones y demás prebendas, practican el victimismo de forma descarada y miente sobre ello de una forma insolente, impúdica y deshonesta, algo que merece general desaprobación.
Se niegan a ver el absurdo absoluto, la rotunda idiotez de sus acciones.
Se marchan los bancos, las grandes empresas, los pequeños autónomos, el capital de los ahorradores tanto grandes como pequeños, el capital extranjero, los inversores, tanto extranjeros como españoles, dejan de ver a Cataluña como objetivo de sus inversiones y hasta la “World Race”, es suspendida debido a la inestabilidad política en Cataluña.
La evidencia de que las acciones de los separatistas están llevando a Cataluña un desastre monumental, es apabullante y ellos, en un alarde de cinismo impúdico y mordaz, culpan de todo esto al Gobierno, al ayuntamiento de Barcelona y hasta a la madre que los trajo al mundo.
Y todo esto aun sabiendo que a pesar de que en número de escaños ganaron ellos - los partidos separatistas- en votos cantantes y sonantes, los partidos llamados constitucionalistas fueron los ganadores.
Su odio y desprecio hacia el resto de los españoles es tal, su fanatismo hacia su innoble causa es de tal magnitud, que no importa que se caiga el mundo, ellos se hacen el sordo y ciego e inasequibles a desaliento.
Su forma de argumentar está orientada al único objetivo de lograr la victoria en la disputa sin tener en cuenta para nada la verdad ni las consecuencias.
Y la única forma de ganarles que tenemos los demás españoles es unirse, salir a la calle y demostrarles que, se pongan como se pongan, Cataluña es, también, tierra española.

Saturday, March 03, 2018

Lengua sexista…


A ver si puedo aportar mi pequeño granito de arena en defensa de la Lengua. Tratar de establecer que ésta no es ni sexista, ni machista, ni racista, la Lengua es la Lengua sin más. Una herramienta para comunicarnos, para entendernos unos con otros.
No es más racista llamarle negro a un negro que blanco a un blanco.
Como no es sexista llamarle vaca a la vaca y tigre a un tigre, aunque que cualquiera de nosotros prefiramos que nos llamen lo segundo antes que lo primero.
No hace mucho, para demostrarme lo sexista de la lengua, una amiga mía me puso los siguientes ejemplos: el Sol era masculino y la Luna femenino, el día masculino y la noche femenino. Ignoro la extraña razón de por qué a ella le parecía que el Sol y el Día, eran más importantes que la Luna y la Noche.
La lluvia, las nubes, la nieve, la fiesta, la siesta, la esperanza, la caricia, la madre, la vida,… la Lengua está llena de cosas hermosas que, igual que las rosas, son en femenino.
La abogada o la abogado, la arquitecta o la arquitecto, la jueza o la juez.
Nombre de género común, son los que tienen una sola terminación y diferente artículo, como por ejemplo: el mártir, la mártir, el testigo, la testigo.
Y están nombres como la perdiz o el ratón, que, por llevar la misma terminación y articulo para ambos géneros, son de género epiceno.
En español el plural en masculino implica ambos géneros –“gramaticales”-.
Así que al dirigirse al público no es necesario, ni correcto, decir vascos y vascas, españoles y españolas, todos y todas.
Solo se deben emplear ambos géneros cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes, por ejemplo: mujeres y hombres, toros y vacas, caballos y yeguas, damas y caballeros.
En español existen los principios activos como derivados verbales.
Por ejemplo, el participio activo del verbo atacar, es atacante; el de oír es oyente; el de cantar, es cantante; el de existir, existente.
Y el participio activo del verbo ser, es ente, el que es, es el ente. Por lo tanto a la persona que preside se le dice presidente, no presidenta, independientemente de su sexo.
Como, igualmente se dice sufriente, no sufrienta; Se dice adolescente, no adolescenta; Se dice paciente, no pacienta. Y se dice contendiente y no contendienta.
Por lo tanto, Ana Patricia Botín, es la Presidente, del Santander.
Ester Koplowitz, es la Presidente de Fomento de Construcciones y Contratas.
Y María Dolores Dancusa es la Presidente de Bankinter.
Y esto no le quita merito a la mujer, sino que se lo da.
Lo que le quita merito a la mujer, lo que la desluce, son esas otras mujeres que queriendo “ensalzarle” le endiña epítetos como “miembras o portavozas”. Eso si es un desprecio a la mujer y a la inteligencia.