Friday, October 28, 2016

Los intolerantes…


Por fin parece que nuestra clase política ha llegado a un acuerdo sensato y, después de dos elecciones que ganó el PP, y de un empecinamiento a ultranza del señor Pedro Sánchez, negándose a aceptar la derrota, parece que vamos a tener Gobierno.
Este acuerdo entre los principales partidos políticos, PP, PSOE y Ciudadanos, es algo bueno para todos.
Para el PP, quien ganó las elecciones dos veces y tiene derecho a Gobernar. Para Ciudadanos, que demuestra con este acto un nivel de madures democrática que otros, que predican a los cuatro vientos su lucha por la libertad del pueblo, pero que ignoran el significado de la palabra democracia, quisieran para sí. Bueno para el PSOE, que después de la lucha intestina que ha sufrido a causa del empecinamiento de Sánchez, necesita tiempo para recomponerse y poder volver a ser el partido fuerte de la oposición que España necesita. Y bueno para España, que después de casi un año con una Gobierno en funciones, necesita urgentemente levar anclas y ponerse a navegar hacia su destino en ese mar de la historia que se antoja va a continuar siendo muy proceloso.
Y esto lo puede ver cualquiera que tenga dos dedos de frente.
Y lo acepta cualquiera que tenga un resquicio de dignidad democrática, pundonor social y amor por la libertad y por su país.
Pero parece como que no va a ser así; no!
Siempre quedan las ratas. Los intolerantes. “Podemos”, “quince emes”, perros flauta, yayos flauta y toda esa patulea que maldita sea la hora en que aparecieron en esta tierra.
Los intolerantes que, como no han sido capaces de ganar en las urnas, se echan a las calles gritando democracia y libertad, cuando esas palabras se ensucian, son prostituidas al ser pronunciada por ellos.
Esos charlatanes, vendedores de aire, que, igual que el “Fariseo de la Parábola”, se creen y se dicen superiores a los demás.
Y se creen, como los antiguos señores feudales, con derecho de pernada, o sea, con derecho a decirnos como debemos vivir, pensar, a quien votar y como gobernar nuestra vida.
Ellos saben mejor que nadie lo que le conviene a los españoles. Lo que nos conviene a mí, a usted y al vecino.
Los que votamos al PP, somos idiotas, votamos en contra de nuestro bienestar. Esto lo saben ellos, que son los intelectuales. Nosotros, pobres infelices, solo somos currantes de infantería de toda la vida. Y, como somos unos infelices ignorantes, ahí están ellos para ayudarnos y defendernos, aunque, eso sí, esa ayuda y esa defensa la vamos a tener que aceptar por las buenas o por las malas.
Y ahora, visto lo visto, parece que va a ser por las malas
Lo dijo hace unos días, un tal Pastrana: Esto solo será democracia si somos nosotros los elegidos de otra forma solo será una extensión de Franquismo.
¡Y ahí lo dejó, con un par!
Pues mira amigo Pastrana, yo, como otro cualquier español, voto a quien me sale del prefijo y ni tengo por qué avergonzarme ni dar cuentas a nadie de por qué voto así o asá. ¿Te enteras capullo?
Vosotros os creéis la medida de todo, y no sois la medida de todo.
La medida de todo no la marcas tú, ni yo, ni tus compinches “Podemitas”.
La medida la da la mayoría, que es la forma en que funciona la democracia.
Y, si tenéis algo que decir, los podéis decir en el Parlamentó, para algo sois diputados y eso os va en el sueldo. Pero no tenéis derecho a manifestaros en la calle, rodeando el Parlamento, durante el acto de investidura de un Gobierno, elegido democráticamente por el pueblo, ese pueblo que prometisteis defender y respetar.
Aunque no creo que la idea de respetar al pueblo y su libertad haya pasado nunca por vuestras cabezas. Lo que vosotros propugnáis no es democracia, es dictadura y, la verdad, si me dieran a elegir entre la dictadura de Franco o la dictadura de “Podemos”, pues que quieres que te diga, prefiero a un profesional.
O, como dice el refrán: Para este viaje no hacían falta estas alforjas.



*En las fotos de arriba aparecen Los Siete Magníficos.
Los siete padres de la Constitución del 78.
Nuestra Constitución.

De izquierda a derecha:
Manuel Fraga Iribarne (AP)
Gabriel Cisneros Laborda (UCD)
Gregorio Peces-Barba (PSOE)
José Pedro Pérez-Llorca (UCD)
Jordi Solé Tura (PSUC)
Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (UCD)
Miguel Roca Junyente (PDC)

Que pensarían ellos ahora, viendo la anarquía dictatorial de Iglesias y sus esbirros Podemitas, enajenando el legado de aquellos siete prohombres?



Thursday, October 13, 2016

Belerofonte- Sánchez.


Belerofonte es un héroe legendario de la mitología griega y hoy voy a relatar su historia.
Belerofonte, era hijo de Glauco y nieto de Sísifo, rey de Corinto.
Cuenta la leyenda que era un joven apuesto y valiente que, por un trágico accidente, había matado a su hermano durante una cacería. Hecho éste, que le había llevado a caer en desgracia de los dioses.
Con el propósito de ser purificado, decidió acudir al Rey Preto, de Tirinto.
Pero al poco tiempo de su llegada al palacio de Preto, Antea, esposa de éste, se enamoro de él e intento seducirlo.
El joven príncipe la rechazó y ella, despechada, lo acusó de intentar violarla.
El Rey creyó a su esposa, faltaría más, pero no se atrevió a castigarlo él mismo, para no vulnerar las leyes de la hospitalidad.
Por este motivo, al momento de la partida de Belerofonte del palacio, le entregó una carte sellada, que debía entregar al suegro de Preto, Yobates, rey de Licia.
El joven cumplió lo ordenado, ignorando lo que decía la carta.
La misiva decía: “El portador de esta carta debe morir, pues ha intentado violar a tu hija Antea”.
El monarca se quedó estupefacto ante la lectura de la carta, pero también él se sintió reacio a matar al joven príncipe, puesto que éste también era su huésped.
Entonces decidió encomendar  al joven la misión de acabar con un monstruo voraz y terrible, que tenia aterrorizadas las regiones del sur del reino.
El monstruo se llamaba Quimera.
Quimera tenía tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío, que le salía del lomo, y una de dragón o serpiente que le nacía en la cola.
Belerofonte, había oído que varios hombres valientes habían intentado acabar con la  Quimera y no habían regresado, sin embargo, y puesto que se había enamorado de Filenoe, hija del Rey, no quiso rechazar la misión.
En su camino al encuentro del monstruo, pidió a la diosa Atenea, que le ayudara en tan difícil tarea. Ésta le hizo entrega de unas bridas de oro con las que podría dominar a Pegaso, el caballo alado.
Pegaso era el caballo de Zeus, que había nacido de la sangre derramada por Medusa, cuando Perseo le cortó la cabeza.
Cuenta la leyenda que el caballo solo bajaba a la tierra para beber de las aguas frescas y cristalinas de Hipocrene, la fuente que había brotado la primera vez que el caballo pisó tierra. Estaba dotado de una increíble velocidad y era inmortal.
Después de varios días de espera junto al manantial, Belerofonte, vio por fin, bajar al caballo, que se dispuso a beber. Al momento, el héroe saltó sobre el blanco corcel, pero éste reaccionó violentamente e intentó zafarse, hasta que Belerofonte consiguió ponerle la brida entre sus dientes y al instante se volvió dócil y obediente.
Una vez que se sintió seguro montando el brioso corcel y preparado para la lucha, salió en busca del monstruo.
La lucha fue feroz y encarnizada. Belerofonte conseguía evitar la respiración de La Quimera, gracias al vuelo sesgado de Pegaso.
Y aunque La Quimera tenía el cuerpo cubierto de flechas que Belerofonte le disparaba, seguía con vida, parecía inmortal.
Al final, el héroe introdujo en la garganta de la bestia una lanza, cuya punta era de plomo. El aliento incandescente de Quimera,  derritió el plomo, que bajó goteando hacia su interior quemando todos los órganos de la bestia, que cayó muerta.
Su regreso al palacio de Yóbates, fue victorioso, pero el Rey, no estaba dispuesto, todavía,  a dejarlo ir tan fácilmente y lo envió a otras dos misiones: luchar contra los salvajes Sólimos, y hacer frente a una banda de piratas que Carios que atacaban el reino.
De ambas salió airoso y ya, durante su regreso al reino, cayó en una emboscada que el mismísimo rey le había tendido decidido a librarse de él de una vez por todas.
Pero también de esta escapó. Se ve que el héroe tenía más vidas que un gato.
Y ahora si, por fin, el Rey se dio por vencido y le entregó a su hija como esposa.
Pero el héroe no se conformo con eso, había probado las mieles del éxito y quería más.
Lleno de orgullo y soberbia, decidió tomar el Olimpo, residencia de los dioses, y ganar la inmortalidad.
Y montando a Pegaso, hacia el Olimpo se dirigió.
Ante tanta osadía, Zeus, padre de los dioses y Rey inmortal del Olimpo, le mandó un mosquito que hizo que Pegaso se encabritara, arrojando a su jinete a las profundidades de la tierra.
Esta es la historia-leyenda del héroe que encarna el "defecto" de la "excesiva" ambición. Cuando por fin consigue montar a Pegaso, Belerofonte no contento con esto le obliga a llevarlo al Olimpo para convertirse en un dios y eso lo pierde.  Lo que le sucedió a Pedro Sánchez.  Sánchez consiguió “montar” a Pegaso, cuando, contra todo pronóstico, fue nombrado Secretario General del PSOE. Pero luego confundió a la “Quimera”  que representa “Podemos” con un aliado y eso lo hizo caer en desgracia.
Mas tarde, cuando perdió las segundas elecciones contra Rajoy, pudo haber esperado su oportunidad y preparase, pero su excesivo egoísmo lo llevó de nuevo a confundir a Rajoy con su”Quimera”  y a Podemos con Pegaso y así trató de  llegar al Olimpo, pero esta vez Zeus, lo mandó a las profundidades de la tierra.

Esta es una lección que esperemos les haya servido a muchos, y nadie, ni Rajoy, ni el Pepe de Rajoy, -que parecen jugar a buscar unas terceras elecciones- ni a nadie en el PSOE, -donde parece que ha vuelto a rebrotar la “Quimera” y ya le han comenzado a crecer nuevas cabezas amenazadoras- se les ocurra seguir probando la paciencia de Zeus (los españoles). Que recuerden que un insignificante mosquito que pica el lomo de Pegaso y precipita al vacío a Belerofonte sin matarlo, lo deja lisiado y condenado a vagar apartado del resto del mundo toda su vida recordando su gloria pasada.