Monday, September 16, 2013

No puedes engañar a todos durante todo el tiempo.



  Como iba aquello….Puedes engañar a unos pocos durante mucho tiempo, puedes engañar a muchos durante un poco tiempo, pero no puedes engañar a todos durante todo el tiempo.                                               Creo que era algo así, ¿No?
Bien, pues los americanos, eso es, los Estados Unidos de Norteamérica, si no lo hacen, no va a ser porque no lo intenten.
Otra vez están decididos a meter las narices en un país de Oriente Medio. Esta vez, como ya nadie ignora, han decidido atacar Siria, derrocar al dictador al-Assad y dejar el país patas arriba, como ya hicieron en Afganistán, cuando consiguieron que los Soviéticos perdieran la guerra y se fueran del lugar, que fue tomado inmediatamente por los talibán, que resultaron ser, para el país, mil veces peor que los soviéticos.
 Luego y con el pretexto de apresar a Bien Laden, atacaron y expulsaron a los talibán. Hoy el país no pasa de ser un caos, donde nadie sabe quien está en guerra con quien, ni cual va a ser el desenlace final.
Luego repitieron la hazaña en Irak, después fue Libia y ahora Siria, a la que seguirá Egipto, si alguien no les para los pies a estos tíos.
Y es que, además, nos han contado la misma mentira tantas veces que ya, de tan manida, empieza a aburrir hasta a las ovejas.
Pero quien se va a creer otra vez lo de las armas químicas.
Además, la trola se cae por su propio peso. A pesar de que los rebeldes están cada vez mejor armados, -por los EEUU-, al-Assad, iba ganando la guerra y, además, él sabía, porque lo sabíamos todos, que EEUU, aprovecharía cualquier excusa para entra en liza, y coge y se la sirve en bandeja de plata, bombardeando con armas químicas a su propio pueblo y, para más inri, el ataque se produce al mismo tiempo en que se encontraban en Siria un equipo de expertos en armas químicas de la ONU.
-El ataque, denunciado por George Sabra, portavoz del Consejo Nacional Sirio, (CNS) tiene lugar el 21 de agosto, durante el cual, según este fulano, perecen 1.300 personas.
El 15 de agosto, 6 días antes, el régimen sirio había oficializado la aceptación para que un equipo de expertos de la ONU, encabezados por el sueco  Ake Sellstorm, visitara el país e examinara la situación, algo, además, que al-Assad había pedido públicamente, en reiteradas ocasiones.
Aparte de esto, siguen saliendo de Siria testigos, periodistas internacionales, que afirman que los que realmente usan las armas químicas son los propios rebeldes para hacer creer al mundo que es al-Assad el que las está usando contra su pueblo.- esto de hacerse la víctimas y poner sus muertos delante de las cámaras de las televisiones de occidente se le da muy bien a los islamistas-.
Pero incluso los observadores de la ONU, fueron incapaces de determinar quien usaba qué.
Y esto, unido al fiasco de Irak, donde los EEUU, inventándose la mayor mentira militar de todos los tiempos, invadieron el país y luego se descubrió que todo era falso, la opinión internacional ha quedado muy debilitada y reacia a intervenir e incluso bendecir, todas aquellas guerras “justas” en las que EEUU quiera intervenir.
Y, el “primo de zumosol” americano, viendo que esta vez nadie le seguía el juego e incluso en los propios Estados Unidos, el 60 por ciento de la población estaba en contra de ir a estas guerra, no tuvo más remedio que recular y como ultimo órdago, conminar a al-Assad a entregar su arsenal de armas químicas. 
Órdago, que al-Assad ignoró, puesto que visto lo que había sucedido con Saddam y Gadafi, el tío no quiere jugársela y ha aceptado a entregar su famoso arsenal.
Y, visto lo visto, de momento el americano no ha tenido más remedio que envinársela aunque, eso sí, mandando nuevas remesas de armas a los rebeldes y poniendo en el tablero su comodín, en la figura de Ban Ki Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, el cual acusa a al-Assad de crímenes contra la humanidad.
Y esto es la primera piedrecita, y me apuesto mi colección del Guerrero del Antifaz, a que haga lo que haga Assad, todo va a ser en vano, puesto que el “rubio” americano le tiene el ojo echado  y ya puede entregar las armas químicas, los polvos de talco y hasta las aspirinas, el moro tiene los días contados.
Me pregunta un amigo: ¿Y que gana Estados Unidos con poner el mundo islámico patas arriba e instaurar una forma de vida que supone el mayor retroceso moral y político de todos los tiempos?

Con poner el mundo Islámico patas arriba no gana nada, pero poniendo patas arriba a los países productores de petróleo si gana. Pero eso lo cuento otro día.

Monday, September 02, 2013

The Remake.



 

¡Allá vamos otra vez!

Vamos a hacer una película.

Escenario: Un país cualquiera de Oriente Medio.

Guion: Un dictador que se ha perpetuado en el poder durante más de tres décadas y al cual, de pronto, harto de tantos años de dictadura, se le subleva el pueblo y el dictador, que es un malo malísimo de la muerte de toda la vida, pierde los papeles y comienza a masacrar al inocente e infeliz pueblo.

 ¿Con machetes?

 No, no, eso no vale, demasiado antiguo.

¿Con tanques y ametralladoras?

 No, eso tampoco, ya se hizo antes.

¡Ah, ya lo tengo! Con armas químicas.

Luego, los infelices masacrados, recogen a todos sus muertos, los ponen todos juntitos en bolsas de plástico y etiquetados, igual que fueran jamones, y llaman  a cualquier periodista extranjero, mejor que sea norteamericano o francés de la clase progre, y este les hace una afoto que al día siguiente abre los tabloides de todo el mundo y  surge imparable el clamor del mundo libre pidiendo libertad y justicia para estos infelices.

Y ahí entra en acción nuestro héroe, El Capitán América, secundado, como no, por el Capitán Britania, que avisan al malo malísimo, de que de seguir así, no tendrán más remedio que intervenir en el conflicto.

El malo malísimo, acojonado,  jura y perjura que él no ha usado, ni posee ninguna clase de arma química, a menos que se cuente alguna ventosidad que el muy guarro echa cuando se come aquellos pasteles picantes que le hace su prójima y que a él tanto le gustan, aparte de eso no tiene ni polvos de talco.

Y que vayan a mirar si quieren.

América y Britania, dicen que van a ir, pero no van. En vez de eso, con un alarde impresionante de fuerzas y medios, que el mundo libre ve en riguroso directo, invaden al país en cuestión. Y en un derroche de heroísmo, vencen a las tropas del malo, que posen un par de tanquetas rusas de la Segunda Guerra Mundial, que nadie se crea que estaban desarmados, faltaría más, derrocan al malo y se lo entregan al noble pueblo, que lo lincha.

Linchamiento que aparece, también, en riguroso directo en las televisiones de todo el mundo.

- a nosotros en España, como estamos unas cuatro o cinco horas al oeste de ellos, nos toca a la hora de la sobremesa o de la siesta, o sea, éxito de audiencia asegurado-.

Y termina la película con los rebeldes destrozando las estatuas, que el dictador parece tenia por todas partes, e imponiendo al país las buenas costumbres, como rezar seis veces al día hacia la Meca u obligar a las mujeres a ir tapadas de pies a cabeza, con una “ventanita” de redecilla donde caen los ojos, para que pueden ver, al menos, por donde caminan.

 Luego las cámaras enfocan a los héroes americanos y británicos haciéndose  a la mar con su impresionante flota, mientras, en el tope del palo mayor de todos los buques, ondean al viento las banderas americana y británica y suena  de fondo una musiquilla heroica.

The End.

¿Qué te parece?

Oye, pero eso ya la hicimos antes en Irak, se tituló la primavera árabe o algo así.

Si hombre, esa fue la primera, esta va a ser un “remake”.

No, pero esa también la hicimos ya, fue en Libia.

Bueeno, pues vamos a hacer una “precuela”.

¿Pero una “precuela” no se supone que narra hechos que sucedieron antes de la primera?

¡La leche, que pesado!

Pues un a ver si cuela.