Lección de historia
Lección de historia
En el año 2500 d.c. un niño de 10 años atiende a una lección de historia de su maestro.
-La lección de hoy versara sobre España.
Hace tiempo, mucho tiempo, existía un país llamado España. Estaba compuesto por regiones que, incluso muchos siglos antes de constituirse en nación, ya eran vistas tanto del exterior como del interior como una sola nación. Durante siglos la grandeza de la nación alcanzó ultramar. Pero avanzado el siglo XIX, esta gran nación se vio azotada por dos pestes casi simultáneas. Eran enfermedades muy raras contra las que todavía no se habían desarrollado anticuerpos.
La primera de ellas llegó de allende de sus fronteras y quién la padecía tenia síntomas muy extraños. Uno de estos síntomas consistía en que el enfermo quería exterminar a los que no eran pobres, pero a la vez robaba para hacerse más y más rico, mientras creaba más y más pobreza a su alrededor. Otro síntoma del afectado era que decía compulsivamente aborrecer la violencia y sin embargo no dejaba de guerrear. Cuando la enfermedad avanzaba la reacción del enfermo semejaba la de un poseído por el diablo: cuando veía una cruz echaba espuma por la boca y se veía impelido a quemar iglesias y a matar curas. Su odio frenético no tenía límites contra todo aquello externo a la secta que conformaba la manada de enfermos.
La segunda enfermedad era endémica y se localizó en lugares periféricos del norte y el este de la gran nación. No todos los paisanos de esas regiones se vieron afectados; los mejores no sucumbieron. Sus síntomas eran también muy raros. Los aquejados por tan grave padecimiento creían ser diferentes a los demás. Tenían dos ojos, dos brazos y dos piernas pero, decían tener un origen diferente, alógeno o tal vez extraplanetario. Cuando la enfermedad arraigó empezaron a inventar extrañas historias de sus regiones trufadas de hechos inexistentes. En unas regiones la enfermedad derivó en un extremo uso de la violencia que se dio en llamar eufemísticamente lucha armada. En otras se tornó en un victimismo que dejaba pequeño al pollito negro Calimero.
Ambas sectas de enfermos estaban siempre peleados internamente, pero tenían un síntoma común que era su irrefrenable odio a la gran nación española. En varias ocasiones se aliaron para destruir a su imaginario común enemigo. En esas estaban cuando en España llegó al poder un tal BOSO. Sus síntomas eran una mezcla de los de ambas pestes y su poder tan destructivo y maligno que el país se quedó sin libertades para los que no estaban en la Gran Secta.>>- Maestro, ¿qué enfermedades eran ésas?.- Una creo que se llamaba... so... socialismo y la otra na...nazionalismo.
- Maestro, ¿quién era BOSO?
- Nadie muchacho, nadie. Sólo un Bobo Solemne
En el año 2500 d.c. un niño de 10 años atiende a una lección de historia de su maestro.
-La lección de hoy versara sobre España.
Hace tiempo, mucho tiempo, existía un país llamado España. Estaba compuesto por regiones que, incluso muchos siglos antes de constituirse en nación, ya eran vistas tanto del exterior como del interior como una sola nación. Durante siglos la grandeza de la nación alcanzó ultramar. Pero avanzado el siglo XIX, esta gran nación se vio azotada por dos pestes casi simultáneas. Eran enfermedades muy raras contra las que todavía no se habían desarrollado anticuerpos.
La primera de ellas llegó de allende de sus fronteras y quién la padecía tenia síntomas muy extraños. Uno de estos síntomas consistía en que el enfermo quería exterminar a los que no eran pobres, pero a la vez robaba para hacerse más y más rico, mientras creaba más y más pobreza a su alrededor. Otro síntoma del afectado era que decía compulsivamente aborrecer la violencia y sin embargo no dejaba de guerrear. Cuando la enfermedad avanzaba la reacción del enfermo semejaba la de un poseído por el diablo: cuando veía una cruz echaba espuma por la boca y se veía impelido a quemar iglesias y a matar curas. Su odio frenético no tenía límites contra todo aquello externo a la secta que conformaba la manada de enfermos.
La segunda enfermedad era endémica y se localizó en lugares periféricos del norte y el este de la gran nación. No todos los paisanos de esas regiones se vieron afectados; los mejores no sucumbieron. Sus síntomas eran también muy raros. Los aquejados por tan grave padecimiento creían ser diferentes a los demás. Tenían dos ojos, dos brazos y dos piernas pero, decían tener un origen diferente, alógeno o tal vez extraplanetario. Cuando la enfermedad arraigó empezaron a inventar extrañas historias de sus regiones trufadas de hechos inexistentes. En unas regiones la enfermedad derivó en un extremo uso de la violencia que se dio en llamar eufemísticamente lucha armada. En otras se tornó en un victimismo que dejaba pequeño al pollito negro Calimero.
Ambas sectas de enfermos estaban siempre peleados internamente, pero tenían un síntoma común que era su irrefrenable odio a la gran nación española. En varias ocasiones se aliaron para destruir a su imaginario común enemigo. En esas estaban cuando en España llegó al poder un tal BOSO. Sus síntomas eran una mezcla de los de ambas pestes y su poder tan destructivo y maligno que el país se quedó sin libertades para los que no estaban en la Gran Secta.>>- Maestro, ¿qué enfermedades eran ésas?.- Una creo que se llamaba... so... socialismo y la otra na...nazionalismo.
- Maestro, ¿quién era BOSO?
- Nadie muchacho, nadie. Sólo un Bobo Solemne