Dictadura solapada.
Veo en un periódico de aquí, de Galicia, un artículo donde dice que: Los máximos responsables, tanto, del gobierno como de la oposición, subrayan unánimemente la importancia del idioma. La receta para la mejora del idioma, dicen, es la lectura, además del empleo del idioma propio, que tiene que ser el gallego, claro está.
Sobre el asunto el eclipsado Sr. Touriño declara: “Gañamos ámbitos de uso que non deben volver atrás, os datos da actualización do Mapa Sociolingüístico de Galicia indican unha tendencia que nos obriga a estar alerta. Asi e todo, tamén temos diante unha realidade lingüística positiva que sorprenderia a os nosos propios devanceiros”. Ganamos ámbitos de uso que no deben volver atrás, los datos de la actualización del Mapa Sociolingüístico de Galicia indican una tendencia que nos obliga a estar alerta. Aunque de todos modos, también tenemos delante una realidad lingüística positiva que sorprendería a nuestros propios antepasados.
Y vd que lo diga Sr. Tauriño, desde luego que, si sus antepasados pudiesen oír el gallego que vd habla, con palabros como “por elo, posibel, ley do solo etc”. Seguro que se quedarían muy sorprendidos y mas seguro todavía, que no lo entendería ni su abuela.
Sobre lo mismo el Sr. Feijoo (A este ya lo traduzco sin ponerlo antes en gallego) más pastelero y fino, decía: Debemos seguir cultivando el compromiso y el aprecio por nuestra lengua. Sin perder de vista que, a medio plazo el castellano se va a consolidar como una lengua franca, tal y como sucede ya con el ingles, ignorar esta realidad revela una escasez de miras. El uso de la lengua, sea cual sea, debe ser un ejercicio de libertad, y nuestra historia nos enseña que las lenguas no se pueden ni imponer ni prohibir.
¡Bien!, muy aseadito, si señor.
En cuanto el (la muñecona) Sr. Quintana, más en su línea decía: (A este también lo voy a traducir sin escribirlo antes en gallego, solo hago notar que, él a Galicia le llama Galiza, palabro que no ha sido aprobada por la Academia da Lingua Galega. Pero, eso si, que nadie le use el topónimo de un pueblo en su versión castellana, que se cabrea más que Carod Rovira cuando le llamaron José Luis) La lucha es por la naturalidad de educarnos en gallego. Los últimos datos confirman cuanta razón teníamos los nacionalistas cuando reclamábamos medidas para reparar los años de acoso y marginación de la lengua gallega. Cuarenta años de persecución franquista que acentuaron una situación ya preocupante. En Galicia nunca hubo un compromiso sobre el uso del gallego por parte del anterior gobierno regentado por el PP y los resultados están a la vista y contrastan con los del catalán y el “euscaro” –él lo dice así- porque allí si tuvieron al frente de sus gobiernos partidos nacionalistas que acreditaban sus naciones.
¡Bien Sr. Quintana! Vera vd; tanto en las Vascongadas, -donde todavía se habla mas castellano que “euscaro”- como en Cataluña, nadie ignora a estas alturas de la película que se han llevado a cabo sendas dictaduras nacionalistas, en el primer caso, respaldada por una banda asesina que si no entrabas por el aro te daban el matarile, y en el segundo por una banda de politicastros mafiosos que te machacaban física y moralmente hasta que, o bien aceptabas lo que ellos dictaban o abandonabas Cataluña, cosa que tuvieron que hacer miles de personas, y tanto en un lugar como en el otro el acoso continua. Pero esto, como digo, ya no lo ignora nadie y está a la vista de quien quiera verlo. Aunque hay personas que prefieren ignorarlo y otras que parece gustarles y a esto no tengo nada que decir porque cada uno es cada uno.
Pero en Galicia Sr. Quintana, no es lo mismo, por desgracia, aquí se ha larvado una dictadura solapada, vil y rastrera que a la chita callando nos va imponiendo a todos los gallegos lo que a cuatro bobos les sale de sus santos “bemoles” y como los gallegos solemos ser bastante “boludos”, como dicen los argentinos, o sea pasotas, -por algo se dice que el gallego no protesta, emigra- pues vds se van saliendo con la suya y nos están llevando al huerto.
Leí, no hace mucho, en algún sitio que hay dos formas de imponer una dictadura: por la fuerza física o por la fuerza psíquica. En ambos casos el resultado es el mismo. Solo difieren en la forma. Por la fuerza física se ve venir, se impone de repente. Por la fuerza psíquica no se ve venir, el dominio se va ejerciendo sibilinamente poco a poco creando una red de sicarios asalariados y empezando después por los niveles inferiores culturalmente a base de sofismas y argumentos tautológicos, para arrestarlos posteriormente con un discurso demagógico y conseguir el movimiento de masas necesario para consolidar la dictadura final. Las masas que colaboran inconscientemente en este proceso son las mayores perjudicadas durante y al final del mismo.El único problema que tiene la segunda modalidad: el de la fuerza psíquica, es que en un mundo democrático tiene que tener especial cuidado en manipular la verdad y engañar lo suficientemente bien para que todo parezca legal. Por eso necesita controlar todas las instituciones, especialmente la educación y la Justicia. En la medida que lo consigue llegará al extremo de cambiar la legalidad vigente para crear otra nueva que favorezca más claramente los intereses del dictador.
Y esto es exactamente lo que ocurre en Galicia, y la primera parte del plan, la educación, la están llevando a cabo, solo les falta hacerse con la justicia y ya nada los detendrá.
Miguel de Unamuno, hizo un escrito en 1931, que concluye así: "Es de esperar que, una vez desaparecidos los procedimientos de centralización burocrática, todos los españoles, los de todas las regiones, nosotros los vascos, como los demás, llegaremos a comprender que la llamada personalidad de las regiones –que es en gran parte, como el de la raza, no más que un mito sentimental– se cumple y perfecciona mejor en la unidad política de una gran nación, como la española, dotada de una lengua internacional."
Esperemos que antes de que eso ocurra los gallegos se den cuenta de la realidad, esperemos que se den cuenta de lo que decía don Miguel, y esperemos que no sea demasiado tarde.
Sobre el asunto el eclipsado Sr. Touriño declara: “Gañamos ámbitos de uso que non deben volver atrás, os datos da actualización do Mapa Sociolingüístico de Galicia indican unha tendencia que nos obriga a estar alerta. Asi e todo, tamén temos diante unha realidade lingüística positiva que sorprenderia a os nosos propios devanceiros”. Ganamos ámbitos de uso que no deben volver atrás, los datos de la actualización del Mapa Sociolingüístico de Galicia indican una tendencia que nos obliga a estar alerta. Aunque de todos modos, también tenemos delante una realidad lingüística positiva que sorprendería a nuestros propios antepasados.
Y vd que lo diga Sr. Tauriño, desde luego que, si sus antepasados pudiesen oír el gallego que vd habla, con palabros como “por elo, posibel, ley do solo etc”. Seguro que se quedarían muy sorprendidos y mas seguro todavía, que no lo entendería ni su abuela.
Sobre lo mismo el Sr. Feijoo (A este ya lo traduzco sin ponerlo antes en gallego) más pastelero y fino, decía: Debemos seguir cultivando el compromiso y el aprecio por nuestra lengua. Sin perder de vista que, a medio plazo el castellano se va a consolidar como una lengua franca, tal y como sucede ya con el ingles, ignorar esta realidad revela una escasez de miras. El uso de la lengua, sea cual sea, debe ser un ejercicio de libertad, y nuestra historia nos enseña que las lenguas no se pueden ni imponer ni prohibir.
¡Bien!, muy aseadito, si señor.
En cuanto el (la muñecona) Sr. Quintana, más en su línea decía: (A este también lo voy a traducir sin escribirlo antes en gallego, solo hago notar que, él a Galicia le llama Galiza, palabro que no ha sido aprobada por la Academia da Lingua Galega. Pero, eso si, que nadie le use el topónimo de un pueblo en su versión castellana, que se cabrea más que Carod Rovira cuando le llamaron José Luis) La lucha es por la naturalidad de educarnos en gallego. Los últimos datos confirman cuanta razón teníamos los nacionalistas cuando reclamábamos medidas para reparar los años de acoso y marginación de la lengua gallega. Cuarenta años de persecución franquista que acentuaron una situación ya preocupante. En Galicia nunca hubo un compromiso sobre el uso del gallego por parte del anterior gobierno regentado por el PP y los resultados están a la vista y contrastan con los del catalán y el “euscaro” –él lo dice así- porque allí si tuvieron al frente de sus gobiernos partidos nacionalistas que acreditaban sus naciones.
¡Bien Sr. Quintana! Vera vd; tanto en las Vascongadas, -donde todavía se habla mas castellano que “euscaro”- como en Cataluña, nadie ignora a estas alturas de la película que se han llevado a cabo sendas dictaduras nacionalistas, en el primer caso, respaldada por una banda asesina que si no entrabas por el aro te daban el matarile, y en el segundo por una banda de politicastros mafiosos que te machacaban física y moralmente hasta que, o bien aceptabas lo que ellos dictaban o abandonabas Cataluña, cosa que tuvieron que hacer miles de personas, y tanto en un lugar como en el otro el acoso continua. Pero esto, como digo, ya no lo ignora nadie y está a la vista de quien quiera verlo. Aunque hay personas que prefieren ignorarlo y otras que parece gustarles y a esto no tengo nada que decir porque cada uno es cada uno.
Pero en Galicia Sr. Quintana, no es lo mismo, por desgracia, aquí se ha larvado una dictadura solapada, vil y rastrera que a la chita callando nos va imponiendo a todos los gallegos lo que a cuatro bobos les sale de sus santos “bemoles” y como los gallegos solemos ser bastante “boludos”, como dicen los argentinos, o sea pasotas, -por algo se dice que el gallego no protesta, emigra- pues vds se van saliendo con la suya y nos están llevando al huerto.
Leí, no hace mucho, en algún sitio que hay dos formas de imponer una dictadura: por la fuerza física o por la fuerza psíquica. En ambos casos el resultado es el mismo. Solo difieren en la forma. Por la fuerza física se ve venir, se impone de repente. Por la fuerza psíquica no se ve venir, el dominio se va ejerciendo sibilinamente poco a poco creando una red de sicarios asalariados y empezando después por los niveles inferiores culturalmente a base de sofismas y argumentos tautológicos, para arrestarlos posteriormente con un discurso demagógico y conseguir el movimiento de masas necesario para consolidar la dictadura final. Las masas que colaboran inconscientemente en este proceso son las mayores perjudicadas durante y al final del mismo.El único problema que tiene la segunda modalidad: el de la fuerza psíquica, es que en un mundo democrático tiene que tener especial cuidado en manipular la verdad y engañar lo suficientemente bien para que todo parezca legal. Por eso necesita controlar todas las instituciones, especialmente la educación y la Justicia. En la medida que lo consigue llegará al extremo de cambiar la legalidad vigente para crear otra nueva que favorezca más claramente los intereses del dictador.
Y esto es exactamente lo que ocurre en Galicia, y la primera parte del plan, la educación, la están llevando a cabo, solo les falta hacerse con la justicia y ya nada los detendrá.
Miguel de Unamuno, hizo un escrito en 1931, que concluye así: "Es de esperar que, una vez desaparecidos los procedimientos de centralización burocrática, todos los españoles, los de todas las regiones, nosotros los vascos, como los demás, llegaremos a comprender que la llamada personalidad de las regiones –que es en gran parte, como el de la raza, no más que un mito sentimental– se cumple y perfecciona mejor en la unidad política de una gran nación, como la española, dotada de una lengua internacional."
Esperemos que antes de que eso ocurra los gallegos se den cuenta de la realidad, esperemos que se den cuenta de lo que decía don Miguel, y esperemos que no sea demasiado tarde.