"Manolito"
Ojeando el blog de Juan Julio Alfaya, me encuentro con uno, de hace ya unas dos semanas, donde recoge un articulo de Cristina Losada, que nos informa que, en una entrevista con Faro de Vigo, el día 30 de marzo, el escritor Manuel Rivas afirmaba, que hablar de imposición lingüística en Galicia es una “gran trola” y una “de las mayores mentiras de la historia reciente” y, además, añadía que, “hay una perturbación mental en quienes les resulta incómoda la lengua”, refiriéndose al gallego.
O sea que todos aquéllos que no comulgamos con la “doctrina” del señor Rivas y sus secuaces, aquéllos de nosotros cuyo único delito es pedir libertad para poder enseñar a nuestros hijos en castellano, la lengua española, la lengua de nuestro país, para el señor Rivas, somos unos perturbados mentales.
O sea que todos aquéllos que no comulgamos con la “doctrina” del señor Rivas y sus secuaces, aquéllos de nosotros cuyo único delito es pedir libertad para poder enseñar a nuestros hijos en castellano, la lengua española, la lengua de nuestro país, para el señor Rivas, somos unos perturbados mentales.
¿Y él que es?
¿Cómo se definiría a si mismo el señor Rivas?
¿Cómo se definiría a si mismo el señor Rivas?
No se como autodefinirá éste señor, pero para darles una idea de su idiosincrasia aquí va un ejemplo: La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Corcubión (La Coruña) ha concluido el procedimiento abreviado del caso Prestige.
En el auto dictado, la jueza mantiene la imputación del capitán del barco, Apostolos Mangouras; del jefe de máquinas, Argyropoulos Nikolaos; y del primer oficial, Ireneo Maloto; por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente y desobediencia.
Sin embargo, retira de forma provisional la imputación del entonces director general de la Marina Mercante, José Luis López-Sors González, en esta causa. "A la vista de las diligencias de instrucción practicadas, puede decirse que los indicios criminales respecto a la decisión adoptada por el señor López Sors de alejamiento del buque han sido desvirtuados", señala el auto.
Así, la jueza señala que "consta claramente" que "López-Sors recabó información sobre la situación del buque y las opciones posibles desde el primer momento" y, a la vista de la misma, "tomó la decisión de alejar el buque, puesto que las autoridades de un Estado no están obligadas a autorizar necesariamente el acceso a un puerto de refugio, y así resulta del examen de la normativa nacional e internacional",
Por su parte, con respecto a la decisión cuestionada sobre la elección del rumbo para alejar el barco de la costa, la instrucción judicial destaca que "el rumbo 330º que inicialmente marcó la Administración española para alejar el barco de la costa parece acertada, teniendo en cuenta que se trataba de alejarlo de la costa, lo que imponía un rumbo Oeste".
"El rumbo que inicialmente acuerda la Administración española tiene relación directa con el hecho de que sólo pudo tomarse el remolque por proa, ante la imposibilidad de hacerlo por la popa y, por tanto, era el único rumbo posible para proteger la estructura dañada", destaca.
Al respecto, puntualiza que el acierto o no en el rumbo elegido desde ese momento "no puede imputarse a López-Sors", sino que desde las 2.00 horas de la madrugada del día 15 "lo decidió el personal de Smit Salvage, que únicamente tenía como límite respetar la distancia de alejamiento impuesta por las autoridades españolas".
En el auto dictado, la jueza mantiene la imputación del capitán del barco, Apostolos Mangouras; del jefe de máquinas, Argyropoulos Nikolaos; y del primer oficial, Ireneo Maloto; por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente y desobediencia.
Sin embargo, retira de forma provisional la imputación del entonces director general de la Marina Mercante, José Luis López-Sors González, en esta causa. "A la vista de las diligencias de instrucción practicadas, puede decirse que los indicios criminales respecto a la decisión adoptada por el señor López Sors de alejamiento del buque han sido desvirtuados", señala el auto.
Así, la jueza señala que "consta claramente" que "López-Sors recabó información sobre la situación del buque y las opciones posibles desde el primer momento" y, a la vista de la misma, "tomó la decisión de alejar el buque, puesto que las autoridades de un Estado no están obligadas a autorizar necesariamente el acceso a un puerto de refugio, y así resulta del examen de la normativa nacional e internacional",
Por su parte, con respecto a la decisión cuestionada sobre la elección del rumbo para alejar el barco de la costa, la instrucción judicial destaca que "el rumbo 330º que inicialmente marcó la Administración española para alejar el barco de la costa parece acertada, teniendo en cuenta que se trataba de alejarlo de la costa, lo que imponía un rumbo Oeste".
"El rumbo que inicialmente acuerda la Administración española tiene relación directa con el hecho de que sólo pudo tomarse el remolque por proa, ante la imposibilidad de hacerlo por la popa y, por tanto, era el único rumbo posible para proteger la estructura dañada", destaca.
Al respecto, puntualiza que el acierto o no en el rumbo elegido desde ese momento "no puede imputarse a López-Sors", sino que desde las 2.00 horas de la madrugada del día 15 "lo decidió el personal de Smit Salvage, que únicamente tenía como límite respetar la distancia de alejamiento impuesta por las autoridades españolas".
Sobre este fallo casi todas las partes implicadas, cofradías de pescadores, asociaciones de mariscadores afectados, Marina Mercante, Gobierno español y Gobierno francés, están de acuerdo.
Porque cualquiera en su sano juicio comprendería que este es un veredicto de lo mas justo y además conveniente para todos, tanto para Galicia como para España e, incluso para Francia, pues de esta forma será la compañía aseguradora del barco la que tenga que cargar con los costes del desastre, dejando libre de cargos al Estado Español y asegurándose además que los damnificados acaben de cobrar lo que todavía se les adeuda.
A este veredicto se oponen, como no, los imputados, el capitán del barco, el jefe de maquinas, y el primer oficial, pero esto se entiende, pues ellos, como todo el mundo, tienen derecho a defenderse.
Pero, también se opone y ha presentado un recurso, ¿a ver si adivinan quien? Si señor, lo han acertado, el “nunca mais” de Manolito Rivas.
¿Y por qué lo hacen? ¿Quizás en un afán de buscar justicia?, no y no.
Lo hacen por el cobarde deseo de hundir al odiado enemigo, el Partido Popular.
Y no lo hacen por que el Partido Popular represente a la derecha, que también, sino porque ellos llevan consigo la idea primigenia de que este partido representa lo español y ellos siente un odio visceral por todo lo que les huela a España. Esa España que tanto nos ayudo en aquellos momentos. Mientras el señoríto Rivas y su grupo “Nunca Mais” se hinchaban de hacer manifestaciones, mítines en la Plaza Roja de Santiago y otras murgas varias, eran miles los voluntarios que llegaron de todos los rincones de España, e hicieron el milagro de convertir la marea negra en una marea blanca que dejo nuestras playas limpias del pestilente chapapote en cosa de días, y lo que pudo haber sido una tragedia se quedo en poco mas que un buen susto.
Así ellos se lo agradecieron con su “Nunca Mais”
Porque, que nadie se crea que lo de “Nunca Mais” quería decir, que “nunca mas ocurra esto”, no, el eslogan completo era y es: “Nunca Mais con España”.
Y el señor Rivas nos llama a nosotros, perturbados mentales.
Bueno, yo no se como se definirá a él mismo y a los de “Nunca Mais”, pero el diccionario de la RAE recoge la siguiente definición: Celo apasionado e intolerante a favor de alguna causa. Ésta puede ocupar de tal manera los pensamientos y acciones del individuo que impida que sea considerado con un miembro normal del grupo al que pertenece. Va después de la palabra Fanatismo.
A este veredicto se oponen, como no, los imputados, el capitán del barco, el jefe de maquinas, y el primer oficial, pero esto se entiende, pues ellos, como todo el mundo, tienen derecho a defenderse.
Pero, también se opone y ha presentado un recurso, ¿a ver si adivinan quien? Si señor, lo han acertado, el “nunca mais” de Manolito Rivas.
¿Y por qué lo hacen? ¿Quizás en un afán de buscar justicia?, no y no.
Lo hacen por el cobarde deseo de hundir al odiado enemigo, el Partido Popular.
Y no lo hacen por que el Partido Popular represente a la derecha, que también, sino porque ellos llevan consigo la idea primigenia de que este partido representa lo español y ellos siente un odio visceral por todo lo que les huela a España. Esa España que tanto nos ayudo en aquellos momentos. Mientras el señoríto Rivas y su grupo “Nunca Mais” se hinchaban de hacer manifestaciones, mítines en la Plaza Roja de Santiago y otras murgas varias, eran miles los voluntarios que llegaron de todos los rincones de España, e hicieron el milagro de convertir la marea negra en una marea blanca que dejo nuestras playas limpias del pestilente chapapote en cosa de días, y lo que pudo haber sido una tragedia se quedo en poco mas que un buen susto.
Así ellos se lo agradecieron con su “Nunca Mais”
Porque, que nadie se crea que lo de “Nunca Mais” quería decir, que “nunca mas ocurra esto”, no, el eslogan completo era y es: “Nunca Mais con España”.
Y el señor Rivas nos llama a nosotros, perturbados mentales.
Bueno, yo no se como se definirá a él mismo y a los de “Nunca Mais”, pero el diccionario de la RAE recoge la siguiente definición: Celo apasionado e intolerante a favor de alguna causa. Ésta puede ocupar de tal manera los pensamientos y acciones del individuo que impida que sea considerado con un miembro normal del grupo al que pertenece. Va después de la palabra Fanatismo.