Monday, December 26, 2011

El regalo de Navidad de Papa “Rajoy” Noel.


Bien, pues parece que Papa Noel, “Rajoy” nos ha traído, como regalo de Navidad, un nuevo Gobierno.
Un Gobierno, además, apañadito y aseadito, como dios manda, sin ministras de cuota, ni ministros de cuoto, sino gente de valía, un Gobierno como debe ser, si señor.
Y, además, nuestro flamante Presidente, el señor Rajoy, viene, al parecer, con las ideas claras y con ganas de hacer las cosas como hay que hacerlas y no con esa idea tonta de hacer lo políticamente correcto, tratando de contentar a todos y no dejar contento a nadie.
Y, su primer acto como Presidente del Gobierno, negándole a “Amaiur (ETA)”, la posibilidad de formar grupo propio en el parlamento, ha sido una demostración clara de que, de seguir haciendo las cosas en esa línea, no nos va a defraudar.
Estos señores, de “Amaiur” no creen ni en el Estado Español, ni en una nación llamada España, ni en la Constitución, que ni siquiera juran, sino que prometen, añadiéndole ese latiguillo ridículo, trasnochado y que no debería estar permitido, de: “por imperativo legal”.
¿Qué “por imperativo legal, ni que niño muerto?
O crees en la Constitución o no crees y, o juras como dios manda, o te vas a tu corral. España no tiene sitio para asnos en su parlamento y punto.
Si no crees en mi país y quieres destruirlo, entonces estas contra mí, eres mi enemigo y quieres destruirme a mí, y yo no voy a facilitarte la tarea de que puedas lograrlo, y ya está.
Y el hecho de haber escuchado, mas tarde en la radio, a las plañideras de siempre, Elisa Beni, Antonio Reixa, Espido Freire, Enrique Sopena etc., diciendo que Rajoy, con esta acción, se había equivocado, me dio la confianza plena de que había acertado de lleno.
El argumento de estos señores que abogaban por darle a la ETA grupo parlamentario propio, era que así, dándole lo que pedían, estarían contentos y no tendrían intenciones de volver a las andadas, o sea, volver a matar.
Esto, señores, seria hacerles el juego a estos “gánsteres”, seria dejarse chantajear por unos pistoleros que han estado asesinando gente de bien durante cuarenta y muchos años y, entonces, la muerte de todos aquellos inocentes que dieron su vida por defender sus ideas y por una España mejor y mas justa, habría sido en balde.
Así que, lo dicho, un diez para Mariano.
Donde no se le puede dar un diez, ni siquiera un cinco, y es que en realidad merece un suspenso, es en el hecho de haber dado a Gallardón un ministerio, y, además, el de justicia.
Pero si este tío es, y siempre será, el enemigo numero uno de todo lo sensato, razonable y justo que se pueda dar en este país. Este es el hombre de izquierdas infiltrado en la derecha y, además, hay rumores de que se va a llevar a su esbirro Cobo, otra rata, a su lado. Con estos dos en justicia ya podemos decirle adiós a la idea de que alguna vez podamos saber la verdad sobre el 11M.
A menos que, la muy capaz y disidida Soraya, se empeñe en hincarle el diente y haga que la cosa salga adelante.
¿A ver si va a ser que Rajoy ya contaba con ello y por eso le a dado a la señora Sáenz de Santamaría, los máximos poderes que haya tenido nunca ningún ministro, incluyendo el de jefa suprema del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), o sea, algo así como la “M de James Bond”?
Unmm. No sé, no sé. Y es que nunca se debe dejar de lado la socarronería de un gallego.
Y, por ultimo, al que hay que darle matricula de honor es a ese ínclito personaje, sabio insigne, maestro de políticos y faro de toda la sabiduría de occidente, don José Antonio Duran i Lleida.
Él, lo suyo, lo ha dejado muy claro. El Gobierno del PP, podrá contar con toda su colaboración y ayuda, siempre y cuando, eso si, ponga a Cataluña por delante de las demás regiones españolas. ¡Que nadie se vaya ahora a creer que aquí somos todos iguales, faltaría más!

¿Pero que carajo pasa con los mandatarios catalanes?
¿Que puñetas toman nada mas levantarse de la cama?
¿Pero por qué carajo se creen que los catalanes son hijos de un “Dios mayor, El pueblo elegido o algo así?
(Sic)
¿Cómo puede alguien ser tan fatuo, tan hueco, tan cínico o, como dirían los británicos, tan lleno de “bull shit”?

Saturday, December 17, 2011

Gajes del oficio.








Leo en una revista, que recibo adjunta con el periódico, la queja de una madre, cuyo hijo es miembro de nuestras “Fuerzas Armadas”, sobre la muerte de otro soldado, otro joven, que ha perecido en Afganistán.
Se queja ella del mutismo y secretismo que “nuestro Gobierno saliente” ha hecho gala sobre la verdadera realidad de la guerra, tanto en Afganistán, como donde quiera que nuestros soldados hayan sido destinados, de lo que realmente hacen allí –ni repartiendo caramelos, ni labor humanitaria, precisamente- y de lo mal preparadas que están nuestras tropas y, se teme, que el Gobierno entrante, en estas cuestiones, no vaya a ser mucho mejor.
Matiza, además, que su hijo, destacado en Afganistán, no está allí de forma voluntaria, precisamente.

(…)

Esta clase de quejas, de madres de hijos desempeñando la carrera militar, no es algo nuevo; recuerdo el caso, no hace mucho, de una señora americana que amenazaba con demandar al Presidente Bush, porque su hijo había muerto en la guerra.
Que vaya por delante que yo comprendo el dolor que cualquier madre pueda sentir ante la pérdida de un hijo, haya muerto este en una guerra, en un accidente de tráfico o como consecuencia de una pulmonía.
Pero también tenemos que comprender, cuando tomamos un trabajo, los riesgos que este conlleva, o lo que vulgarmente se conoce como: gajes del oficio.
Si alguien se pasa media vida al volante de un coche y se calza al año 100.000 kilómetros –cosa que hace el autor de este blog- tiene una muy alta posibilidad de acabar despanzurrado en alguna curva de una carretera cualquiera.
Si ese alguien trabaja como albañil, sus posibilidades de despanzurrarse siguen siendo bastante altas pero, en vez de partirse los cuernos contra una columna de hormigón de la autopista o un poste de la luz, esta vez será cayéndose de un andamio.
Y si uno decide meterse a minero… aquí, además de poder despanzurrarse con la dinamita, también corre el peligro quedarse enterrado.
Y ya no hablemos de un marinero que, además del peligro constante que el mar representa, últimamente tienen el añadido de tener que lidiar con los piratas, especialmente en el Océano Indico.
Así que, cuando uno se hace soldado… ¿…? Pues eso.
El soldado está para ir a las guerras en las que intervenga su país, sean estas en defensa de ese país o como aliado de otro u otros –caso de España, como miembro de la OTAN-
Pero la gran diferencia es que,, mientras en los trabajos que he mencionados arriba, todo está dispuesto de tal forma que evite en lo posible cualquier tipo de tragedia que acabe en muerte, en la guerra sucede todo lo contrario, allí se va a matar y cuantos más mejor.
Y no importa que a tu enemigo, aquel que está disparando desde la trinchera de enfrente, no lo hayas visto nunca o que, a lo mejor, de él poder explicarte el por qué de su lucha, hubieses estado de acuerdo con sus ideas.
No importa…
Lo que importa es que tú le piques el billete a él antes que él te lo pique a ti, así de simple y así de complicado.
La guerra es el único lugar en donde el matar a un semejante se considera una heroicidad en vez de un delito.
Y eso es algo que todo el mundo debe tener en cuenta cuando decide tomar la carrera militar.
El ser soldado puede ser algo muy vistoso, heroico y gallardo. Algo de lo que tus padres van sentirse orgullosos.
Y, además, te enseñan un oficio, te dan curro con derecho a comida y cama y te dan la oportunidad de conocer mundo.
Pero no se puede olvidar el hecho de que, mientras el morirse desempeñando cualquier otro oficio se considera un accidente, en el arte de la guerra, donde el producto base es la sangre, el morirse no pasa de incidente.

Sunday, December 04, 2011

No importan, ni guerras, ni transiciones, ni crisis, ni una lengua común, ni 500 años de historia juntos…


He estado fuera así que voy con retraso. Pero quiero escribir, todavía, sobre el 20N, o sea, sobre las elecciones al Gobierno de España.
Como de todos es sobradamente conocido, a estas alturas faltaría más, las “Elecciones Generales” dieron ganador al Partido Popular, por una amplia y abrumadora mayoría absoluta, -un “ landslide”, que dirían los británicos- tanto, que acabé sintiendo pena por Rubalcaba.
España, con esta votación, ha demostrado que ha llegado a su mayoría de edad en democracia y no digo esto porque yo también vote al PP, no, lo digo porque es así.
Para que un país sea sano y democrático debe tener ambivalencia en sus gobiernos.
El partido en el gobierno debe tener siempre ante sí una oposición fuerte y solvente, con una alternativa real de gobierno y así, si el partido gobernante lo hace mal, se le pone unos años en barbecho para que recapacite, y se le da la oportunidad al de enfrente y que demuestre lo que sabe hacer.
Así es como ha votado España, y así es como debe votar un país democráticamente saneado. Lo contrario, el votar siempre a las mismas siglas, a una camiseta o a una ideología, no pasa, en el mejor de los casos, de cortos de miras y, en el peor, de simple fanatismo.
Pero, aunque España ha pasado su revalida en democracia con nota, por desgracia, todavía quedan en España dos rincones donde sus habitantes parece no enterarse: Cataluña y las Vascongadas, dos lugares que todavía van su bola.
Para estas gentes no importan, ni guerras, ni transiciones, ni crisis, ni una lengua común, ni tradiciones afines, ni más de 500 años de historia juntos, ni nada. Ellos, simplemente, se creen razas superiores que viven en unos países diferentes y privilegiados y acaban siempre votando a los mismos, al nacionalismo separatista, racista, excluyente y, en el caso de las Vascongadas, criminal.
No importa que la crisis haya elegido a Cataluña como uno de los lugares de España donde morder con más fuerza, no importa que la realidad de la miseria y la ruina en la que están metidos les golpee una y otra vez en la cara, demostrándoles que la arcadia prospera y feliz que ellos ven en Cataluña, no pasa de una quimera, una utopía, que solo estás en sus mentes.
¿Y los vascos? Esos que le han dado su voto a la ETA… Por dios…
Arcadi Espada, tachó ese voto de inmoral y eso escoció a muchos.
Pero el señor Espada tiene toda la razón del mundo.
¿Cómo sino, se puede calificar un voto dado a unos asesinos?
Y, por último, queda Galicia y su “nacionalismo”.
Bueno, aquí puedo escribir, con gran alegría, que la cosa no pasa de ser la insignificante expresión de algunos que, o bien viven de ese cuento, o son tan “naives” que se lo han creído o, simplemente, que todavía están por desasnar.
Han conservado dos escaños, uno en Coruña y otro en Pontevedra, de milagro y por la mínima y, sin embargo, esto no ha sido óbice para que uno de esos dos diputados, un tal Jorquera, clame que, gracias a estos dos escaños, Galicia tendrá voz en el Parlamento.
Por dios, señor Jorquera, ahórrenos de sus diatribas, puesto que Galicia ya tiene voz en el Parlamento, la voz que Galicia ha decidido tener.
Galicia ha votado de la siguiente manera:
Partido Popular: 15 diputados -855.734 votos.
Partido Socialista: 6 diputados -451.233 votos-
Bloque Nacionalista: 2 diputados -183.279 votos-
Así ha hablado Galicia, esta es su voz, escúchela.
Y es que, para defender la “patria chica” de uno, sea esta Galicia, Cataluña, Vascongadas o lo que se tercie, no hace falta rayar el fanatismo.
Puesto que, especialmente los gallegos, detestamos de esa clase de gentes.