Thursday, January 19, 2012

Hasta las malas hierbas tuvieron que tener semilla.


Lo peor del déficit de España no viene dado únicamente por la mala gestión del Gobierno de la Nación, que también, sino de las Comunidades Autonómicas
Las Comunidades Autonómicas (17 haciendas con 17 déficits diferentes) son fruto del chalaneo que Adolfo Suarez mantuvo con los nacionalistas, un cambalache en el que ellos, (los nacionalistas) prometían no hacer ruido y a cambio podrían mangonear la política española todo lo que quisieran. Esto acabó convirtiéndose en un monstruo, un tumor que, o bien aparece alguien con los redaños suficientes para ponerle coto y extirparlo, o acabara destruyendo a España.
Ahora, al parecer, el Gobierno Rajoy ha decidido ponerle un veto, un techo de gasto que no puedan traspasar y, aunque hay un refrán que dice: a buenas horas mangas verdes, hay también otro que dice: vale más tarde que nunca. Bien el tiempo nos dirá cual de los dos llevaba más razón en este caso.
Y, respectó a esta ley de veto que quiere imponer el Gobierno, se preguntaba el otro día, en el programa “Herrera en la Onda” el señor Fernando Onega: ¿Qué opinaran sobre ella los gobiernos (nacionalistas) de Cataluña y el País Vasco?
Y esta pregunta me alegró el día, y me lo alegró porque me di cuenta que solo mencionaba a Cataluña y al País Vasco y ni una palabra sobre Galicia. Y eso era debido al hecho de que, a Dios gracias, en Galicia los nacionalistas tienen muy poco predicamento.
Aquí, ahora, solo quedan cuatro descerebrados, dedicados a pintar la afoto de un tal Moncho Reboiras (Un inadaptado, integrante del Frente Armado de la UPG, que fue muerto en un tiroteo con la guardia civil en la madrugada del 12 de agosto de 1975), con una leyenda al pie que dice: “Moncho tú fuiste la semilla de nuestra lucha por la libertad” o algo así. ¡Como para echar la pota!
Bueno, aunque bien mirado, hasta las malas hierbas tuvieron que tener semilla.

Wednesday, January 18, 2012

La deuda catalana y otros fenómenos.


Por fin el ministro Luis de Guindos, ha prometido elaborar una ley que ponga veto al gasto desmesurado de algunas Comunidades Autonómicas.
Y no es sin tiempo, pues tal ley hace ya mucho que bebería estar implantada, y no solo en las CCAA, sino también en muchos ayuntamientos, cuyos alcaldes se endeudan y gastan sin freno ni mesura, de tal forma que, cuando terminan sus mandatos al frente del consistorio, dejan detrás de sí una deuda de tal magnitud que, en algunos, sus ciudadanos acaban justo de darse cuenta de que ni sus tataranietos serán capaces de acabar de pagarla del todo.
Y, aquí, alguien tendría que hacer algo y pedirle cuentas a esos acaldes, de cómo y porque, han gastado todo ese dinero, y no dejarles irse de rositas.
Y en cuanto a las CCAA, eso es de puro cuento.
Primero fue Castilla la Mancha, a la que el antiguo Gobierno Autonómico de Barreda (PSOE), dejó literalmente arruinada.
Ahora Valencia, que han necesitado pedir un crédito bancario para poder pagar a sus funcionarios.
Pero lo más sangrante es lo de Cataluña, esa arcadia prospera y feliz. Esa Cataluña, esa tierra de abundancia, a la cual antaño emigraron miles de personas de otras regiones de España, buscando un futuro mejor y, hay que añadir que, la mayoría lo consiguió.
Y es ahora que, esa tierra tocada por la mano de Dios, la que acarrea las mayores dificultades a la hora de pagar a sus funcionarios e, incluso, viéndose imposibilitada de dar cobertura a las necesidades más básicas de sus ciudadanos. Han llegado al extremo de cerrar el hospital de atención de infartados de Gerona, todos los días, desde las cinco de la tarde hasta las ocho de la mañana del día siguiente, con el consecuente resultado de que, cualquiera que sufra un infarto durante la noche en Gerona, tendrá que desplazarse 100 kilómetros para que lo atiendan.
Pero, eso sí, que nadie le hable a sus gobernantes de cerrar las embajadas que Cataluña tiene fuera de España, de cortarle las subvenciones a los medios pro nacionalistas, de suspender las remesas de dinero que Cataluña manda a “Hollywood” para que doblen sus películas al catalán, de no gastarse 159 millones “de euros” en fomentar el uso social de la lengua catalana, de no subvencionar un Consejo Comarcal por cada una de las 41 comarcas, con un presupuesto de 630 millones, de no subvencionar el “Deporte Catalán”, como la “Selección Catalana de Dardos” (sic) o de no crear una estructura paralela de la Generalidad siguiendo el modelo estatal, (esto lo han hecho todas la CCAA) Defensor del Pueblo (7´9 millones), Comisión Jurídica Asesora (3´4 millones), Sindicatura de Cuentas (12 millones), Oficina Antifraude (5´3 millones) y Consejo de Trabajo, Económico y Social (2.7 millones)
Pero estos dirigentes los eligieron ellos, (los catalanes) y lo siguen haciendo, sean estos de izquierdas o de derechas, al final siempre eligen a los mismos, a los ayatolas del nacionalismo.
Así que, como decía mi abuela, sarna con gusto no pica.