Señor Sánchez, que las elecciones ya han finalizado.
La toma de
posesión como presidente de la Generalidad de Cataluña por un tal Puigedemonte,
perdón, Puigdemont, fue todo un aquelarre, juró el cargo sin mencionar ni al
Rey ni a la Constitución, o sea, como les salió de la flor, luego se besaron,
se congratularon y gritaron “visca Cataluña llure” o algo así y se quedaron tan
contentos como panchos, ellos se lo
guisaron y ellos se lo comieron.
Tanto fue
así que la Casa Real les hizo saber mediante un escueto comunicado que la
relación del asunto se la hicieran llegar por e-mail. O sea algo así: oye tú, a
la presidenta que era la que se supone debiera ser recibida por el Rey para comunicarle
el evento, mira, he pensado que como mañana voy a tener el día muy ocupado en
cosas más importantes lo de vuestra charada me lo mandáis por un whatsapp y ya
vale, ok.
A mí, visto lo visto, eso me parece lo mas sensato
y razonable para todos. Pero mira por donde, tanto presumir de independencia,
de no querer saber nada ni del Rey ni de España y va ahora y se ponen hechos
unas fieras y se lamentan haciéndose las victimas de que son ignorados y
ninguneados por parte de La Corona. Pero bueno, en qué quedamos???
Pero si lo
anterior fue bueno, lo que vino luego, el miércoles 13 con la apertura de la
nueva legislatura y la constitución del Congreso de los Diputados, fue de
traca.
Allí aparecieron
desde los que iban con traje corbata y sin una caca, inmaculados para la
ocasión ¡vamos!, hasta los que llegaron con rastas, “pircings” y pinta de no
gustarles mucho el agua, pasando por los que venían con bufanda y vestidos con
aire casual hasta los que portaban mochilas.
Y no menos
pintoresca fue la llegada al congreso, desde los que llegaron en coche hasta
los que usaron el metro, desde los que llegaron andando hasta los que aparecieron
en bicicleta, de estos hubo alguno, al parecer no muy ducho en esta forma de
viajar, que se le olvidó que al parar la bicicleta se debe apoyar un pie en el
suelo, y se acabó cayendo.
Incluso
llegaron acompañados por una banda de música, bueno, más bien una fanfarria, lo
único que faltó fue que alguien hubiese disparado un par de cohetes y aquello hubiese
sido calcadito a las fiestas de mi pueblo cuando yo era pequeño
Total, que
comparado con este carnaval al camarote de los hermanos Marx era un compendio
de orden y sensatez.
Hay que
reconocer que la cosa no pudo estar mas animada y, si aquello hubiese sido un
circo estaría bien, pero era la formación de un equipo de gente que se supone
va a representar mi país durante los próximos cuatro años.
Cada una de
esas personas va a cobrar un mínimo de 44 mil euros al año más complementos, de
un dinero que pagamos todos los españoles, incluido el autor de este blog. Un
salario que la mayoría de nosotros no olemos ni de lejos y por lo tanto, si van
a cobrar todo ese dinero por representarnos, yo quiero que lo hagan con
dignidad, vestidos y aseados para la ocasión, y el que no se vea a la altura
que lo deje y se dedique a otra cosa. Porque, que alguien ahí afuera me diga, ¿usted
elegiría a alguien con esas pintas para comercial o representante de su
empresa?
En realidad,
alguien ya me ha contestado a esa pregunta de la siguiente manera: ¿Entonces
nos tendremos que deshacer de los albañiles por que ellos también andan sucios?
Por dios,
los albañiles no andan sucios sino manchados por que su trabajo es así, como el
de un mecánico o de un minero, profesiones muy dignas por cierto, y en las
cuales no aceptarían a muchos de estos diputados o ¿alguien se cree que en esas
profesiones quieren a cualquiera?
Por cierto,
si uno sale a cenar una noche, con amigos, con amigas o con su prójimo o prójima,
les gustaría que les sirviese un camarero de esa guisa…? Pues eso.
Bueno y ya
pasando a otra cosa: el partido más votado, como todo el mundo sabe, ha sido el
PP, pero no con mayoría suficiente para formar Gobierno, ni con los votos de ciudadanos
incluidos. Tampoco el segundo, (PSOE) puede formar Gobierno, ni siquiera unido
al tercero (Podemos) y, en este caso, lo más sensato sería una gran coalición
entre PP, PSOE y Ciudadanos, con el PP en el Gobierno, vigilado muy de cerca
por los otros dos que lo tendrían cogido por donde más duele y a la primera que
hiciese algo que no les gustase le cortaban las alas.
Pero por lo
visto, esta opción no le gusta al señor Pedro Sánchez, que ve que, después de
la debacle de las elecciones donde consiguió el menor número de votos de la
historia, si no se alza con el Gobierno es hombre muerto, o sea, que va a durar
menos como líder del PSOE que un bizcocho a la puerta de un colegio, y es por
eso que el buen hombre sigue haciendo campaña y diciéndole a todo el mundo que
los españoles hemos pedido un cambio.
Por dios
señor Sánchez, que las elecciones ya han finalizado y la cosa quedó como quedó
y eso no se puede cambiar, así que, háganos usted un favor, haga lo que le
salga de la flor pero déjese de cinismos inútiles y soflamas estériles que los
españoles ya estamos muy mayorcitos y resabidos para que ahora nos venga nadie
con milongas, ande.
Y en cuanto
al señor Rajoy, si es que tiene que retirarse, como al final tuvo que hacer
Mas, para darle su trofeo al señor Sánchez, que lo haga si de esta forma ve que
se puede llegar al consenso de una coalición PP, PSOE, Ciudadanos. Haga ese
acto sublime por el bien del país, de esta forma demostrará que superpone los
intereses de España a los de su persona.