Hola, ya estoy aquí de nuevo.
Y es que, entre la declaración de la renta, tanto la mía como la de mis padres, entre que me
tocó trabajar fuera de casa, y en que cada día mis padres necesitan más ayuda,
me tuvieron tan ocupado, que no veía la hora de regresar a mi querido blog.
Pero no importa que estés alejado del mundo por unos días,
unos meses o unos años, la forma que el mundo tiene de actuar y comportarse,
sigue siendo la misma. Esto es como los culebrones que ponen por la tele. No importa
que los dejes por un tiempo, cuando vuelves la cosa sigue siendo tan igual que
casi no hace falta que nadie te ponga al día, te sientas un rato delante de la
tele y zas, ya estas de nuevo en el meollo del culebrón.
La guapa sigue siendo la guapa, y la victima del culebrón,
la mala sigue siendo la mala malvada, y el cachas sigue más cachas que nunca y
sin enterarse de nada.
Y aquí, en la vida real, es lo mismo, los Podemitas siguen
haciendo el podemita, o sea, pintando el indio por la calle y tomando al
Parlamento por una barahúnda de fumatas, gañanes y patanes sin cerebro –Rufián
y Cañamero, por dios- y los separatistas catalanes, siguen, como no? con su
murga del referéndum y sus “paisos catalans” o como carajo se diga y los
idiotas autoproclamados “progres” siguen haciendo el bobo elevado al cubo.
O sea, todo normal.
Estos últimos, los “progres” normalmente podemitas y
alatares, pero que en realidad pueden
aparecer por cualquier sitio y de cualquier lugar formación o ideologia, son
los que sacan la mejores perlas. La última es esa de Andalucía, que dice que en
el futuro ya no se podrá referir a los padres de los niños como padre y madre,
sino que serán llamados persona guardadora, y esto para no ofender al gremio
LGTB, -gays, lesbianas, bisexuales y transexuales-.
Aunque la mejor es la que han quitado esos que han decidido
rechazar la ayuda que Amancio Ortega, dona a los hospitales para la compra de
instrumental médico de última generación para la detección de tumores.
Sobre esto, hace un par de días, en el programa de Carlos
Herrera, y en la sección que Santiago Gonzales trae todas las mañanas, escuché
uno de los mejores twiters de los últimos años.
Dice así: A Amancio Ortega lo han timado, quería unos
aparatos para detectar el cáncer y le han vendido unos que detectan gilipollas.
A Carlos le encantó. Y es que con un aparato de estos y el desfibrilador
de tontos, no va a dar abasto.
Pero el desparrame no solo lo tenemos en España, en
Inglaterra, donde la señora May, había decidido convocar elecciones para poder afrontar
desde una base más amplia el monumental lio que mis primos los británicos llaman
“Brexit”, acabó por dejarse la mayoría amplia con la que contaba y verse
obligada a hacer coalición con otro partido si desea formar Gobierno.
Y en un desparrame total también acabó el NSP, -el partido nacionalista
escocés- que se dejó 22 escaños por el camino, 22 escaños, que se dice muy
pronto.
El que si gano escaños, votos y apoyos, fue el “Labour Party”,
-el partido laborista, o sea el socialista de toda la vida- .
Pero cuidado, a pesar de todo que nadie se engañe, perdió las elecciones, eso no hay que
olvidarlo.
Aunque su líder Jeremy Corbin, un perdedor nato donde los
haya, parece no haberse dado cuenta de este pequeño detalle y, al más puro
estilo Pedro Sánchez, al día siguiente, creyéndose su propia mentira de ser el
gran triunfador, pedía la dimisión de la señora May.
Y es que, al parecer, la izquierda es igual en todas partes.
Por mucho que el pueblo los rechace y le dé los votos a la derecha, ellos, en
nombre del pueblo, seguirán pidiendo la dimisión del candidato derechista,
argumentando, en el colmo del cinismo y la desvergüenza, que la señora May, el señor Rajoy, la señora Merkel o Donald
Trump -dependiendo del país- no escuchan al pueblo.
Una muestra de esto la podremos ver mañana, en ese acto
circense que ellos llaman “moción de censura” y que está condenado al fracaso.
Pero eso sí, no van a dejarnos con la ganas de todas las idioteces de lo que
son capaz esta pandilla gañanes.
12-6-2017.