Dicen que las últimas palabras que pronunció Winston
Churchill fueron: “Its has been very
boring”. Ha sido muy aburrido. Se volvió en la cama hacia el otro lado y se
murió.
Esto, dicho por uno de los hombres que más influyó en la
historia mundial del siglo XX, suena cuando menos anecdótico.
Puesto que, si para él resultó aburrido, que podemos decir
nosotros los españolitos de a pie, los de infantería de toda la vida, que diría
Pérez Reverte.
Aunque yo creo que lo he pillado. Creo que sé a lo que se
refería aquel prohombre con esa afirmación.
Creo que se refería al aburrimiento que le había producido
Gobernar a una patulea de ignorantes que jamás lo habían entendido. No hay que olvidar
que perdió las elecciones celebradas el 26 de julio de 1945 ante el laborista
Clement Attlee, por mayoría absoluta de éste y esto fue recién terminada la
Segunda Guerra Mundial, una guerra que él había ganado para ellos, peleando en
todos los frentes y todo el tiempo, contra las artimañas de Stalin, la bisoñés
de Roosevelt, las intrigas de sus mandos militares que se zancadilleaban unos a
otros y la oposición en el Parlamento Británico que nunca cesó y que se
ensañaba con él ante cualquier tropiezo o fracaso político o militar.
Y aunque desde aquel día hasta hoy han pasado muchos años,
la cosa sigue igual de incompresible y aburrida.
¿De los británicos, qué podemos a decir? Ahí están metidos
en un berenjenal –El famoso Brexit- del que no saben como zafarse. Y todo por
la estupidez de un hombre –Cameron- que un mal día decidió darle al pueblo
británico un referéndum que nadie pedía ni necesitaba, para luego restregándose
las manos y diciendo bye bye, desaparecer del escenario.
¿¡Ya me dirán si no es chorra la cosa!?
Pero si allí la cosa aburre tanto que hasta su “Graciosa
Majestad” bosteza, aquí en nuestro país está como para irse a una aldea de
montaña donde no haya ni luz eléctrica, ni llegue la señal de la radio,
televisión o cobertura móvil y quedarse allí hasta que los de “Sálvame” puedan
pasar una tarde sin hablar de las Pantoja.
¿¡Porque, vamos a ver, a quien no va a aburrir el tema
político de este país!?
Llevamos años viendo como todos los telediarios abren con la
murga catalana.
Todos los días. Siete días a la semana, treinta días al mes,
365 días al año. Siempre lo mismo, las catalanes, o parte de ellos quieren la
independencia, o más dinero para tener más medios con que pedir la
independencia.
Tenemos un Presidente, que se coló de rondón por la puerta
de atrás, habiendo perdido las elecciones dos veces, la segunda todavía con
menos votos que en la primera.
Un Presidente okupa. Un fulano que vendería a su madre con
tal de conseguir sus fines.
Un tío que lo basa todo en construir su ego, su vanidad, su satisfacción
personal. Un personaje huero, con un discurso completamente vacuo, vacio de
todo contenido, de toda forma o mensaje, solo un montón de palabras vacías. Un
conjunto de chorradas sin idea alguna. Una pila de excremento.
Y cuando los españoles hartos de ver como los independentistas
catalanes siguen llevándose el dinero a espuertas mientras piden la independencia
y proclamen que los demás españoles somos un rémora para Cataluña, que tenemos
un bache en el ADN, y que olemos a pescado, hartos de ver como antiguos
asesinos de ETA, son ahora aclamados hombres de paz y cobran sueldazos de
nuestros impuestos, y hartos de ver como hordas del tercer mundo, invaden
nuestras fronteras tirando mierda a los policías y pasándose la ley por el
forro y, además, tratando de establecer en España, imposiciones religiosas y culturales propias de sus países
de origen en detrimento de costumbres y cultura españolas y que lo están
consiguiendo gracias a toda esta patulea de “izquierda radical” que ha tomado
el Gobierno por asalto.
Cuando hartos de todo lo anterior, repito, comienzan a dar
señales de hastió y en las elecciones de Andalucía, un feudo socialista desde
que vivimos en democracia, votan a la derecha, ¿Qué hace la derecha?
Cogérsela con papel de fumar.
En vez de centrarse todos en lo importante que es empezar a
liberar a este país de un Presidente y de un Gobierno que llegó ahí aliándose con
criminales que no hace tantos años asesinaban sin piedad a sus víctimas con
tiros por la espalda, bombas lapa en lo coches, coches cargados con explosivos
contra las casas cuartel o dinamitando un Hipercor lleno de gente.
Librarnos de un Presidente que llegó ahí aliándose con
partidos separatistas y golpistas que han tratado, y todavía están en ello, de destruir
España.
Librarnos de un Presidente que le adjudicó a dedo a su mujer un trabajo, que ésta no hace, con
un sueldo millonario que ha convertido en secreto de estado para que nadie se
entere cuánto cobra por no hacer nada.
Librarnos de un Presidente que usa el “Falcón” hasta para ir
al váter.
Librarnos de un Presidente que viendo cómo los golpistas catalanes siguen a lo suyo, que
viendo cómo estamos siendo invadidos por
una masa brutal de ilegales que llegan a nuestro país por tierra mar y aire, él
se va de vacaciones y se congratula de lo bien que lo está haciendo.
Pues en vez de concentrarse en librarnos de esa calamidad,
se lían a apuntarse chorradas. Unos que es muy de derechas, yo con esos no voy.
Otro que podemos ir sin ellos –la suma no da- y otros que hay que quitar o
cambiar esta o aquella ley que no es justa o no es justa del todo…Por dios.
Citando otra vez al gran Winston Churchill
¡Ha sido muy aburrido!