Friday, May 24, 2019

El Parasito y el Filántropo



Si buscamos en el diccionario la palabra parasito, sale lo siguiente: Organismo que se alimenta de las sustancias que elabora un ser vivo de otra especie, viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causarle algún daño o enfermedad.
Hay otra acepción mas, ésta en sentido figurado, que dice así: Persona que vive, o intenta vivir, a costa de otro sujeto, aprovechando sus recursos materiales.
Y por último, aparecen varios sinónimos: Pegadizo, pegajoso, gorrón, gorrista, gorrero y pegote. Y yo añadiría uno más: Pablo Iglesias Turrión.
Hay mas, claro, pero este señor es el paradigma del parasito que, además de vivir a costa de otro, trata de debilitarlo hasta el punto de matarlo.
Y ese otro es España, somos todos nosotros, tú, yo y el de en frente.
Porque ya me dirán, cómo se puede explicar el hecho de que ante las donaciones que el señor Amancio Ortega, hace desinteresadamente a la Sanidad Española, para la adquisición de maquinas para el tratamiento del cáncer, de última generación, Pablo Iglesias, “marques de Galapagar”, se atreva a afearle la acción y decir que no se deberían aceptar.
Hipócrita,  demagogo y cínico hasta la nausea, que solo engaña a los tontos. Porque ya hay que ser tonto para creer que un tipo que jamás ha pegado palo al agua, que lleva dos días en la política y que se ha comprado una casa de un millón de euros, en las afueras de Madrid, con 2. 000  metros cuadrados de superficie, protegida por un muro de piedra de más de dos metros de alto y vigilada día y noche por la guardia civil y la policía secreta, es alguien como tú, que mal vives en un piso de alquiler de 70 metros cuadrados con tú mujer y dos niños y te las ves y te las deseas para llegar a fin de mes, mientras que él ha puesto a su …, lo que sea, de segunda de abordo con un sueldazo cada mes que tú no juntarás en tu puñetera vida.
Porque ya hay que ser tonto para que cuando  este ser, ruin, imbécil e impresentable a más no poder, esta soltando uno de esos discursos rancios y mas pasados de moda que una película de romanos, creer que va a preocuparse por tu bienestar cuando lo que está pensando es: a ver imbécil, voy a sacarte del bolsillo todo el dinero que pueda, porque yo sé gastar tu dinero mejor que tú.
Ya hay que ser tonto para no darse cuenta de lo que es este tío: Un dictador que lo que realmente desearía es prohibir todo lo que no le gusta y que los demás pagasen lo que le gusta.
Un vividor.
Pero no solo ha sido este mamarracho el que se ha lanzado a la yugular de don Amancio, no, hubo también por ahí algún panfleto, que pasa por periódico progre, además de algún otro, u otra, imbécil que pasaba por allí, que, aprovechando la coyuntura, también han querido lanzar su puya contra el dueño de Zara.
Y es que todos estos grotescos y ridículos esperpentos odian a todo aquel que haya triunfado por su propio esfuerzo y valía. Y es que, cuando el blanco de sus bufonadas no es Zara, es Mercadona o el Corte Inglés, etc., pero siempre dirigiendo sus ataques a todo aquel que cree puestos de trabajo y sea popular ante todo el mundo, sea éste humilde o adinerado.
Y esto lo hacen por envidia cochina. La envidia que sienten hacia todo aquel que ha sido capaz de triunfar sin robar ni parasitar a la sociedad, algo que ellos, en su más que miserable mediocridad, jamás serán capaces de conseguir.
Y es por eso que esta patulea mezquina y ruin hasta lo indecente, están tratando por todos los medios de convertir España en una segunda Venezuela, para luego ellos, emulando al “gorila rojo” antes y al “conductor de autobuses ahora, ir por los barrios más necesitados –si queda alguno en Venezuela que no lo sea- regalando bolsas de comida, mientras aquellos infelices se quedan diciendo: que bueno es nuestro Presidente, sin darse cuenta de que el deber de aquel miserable es estar en su despacho con sus consejeros y ministros tratando de Gobernar el país de forma tal que nadie tenga ir por las calles repartiendo una limosna. Y menos el Presidente de un país que nada en petróleo.
Y de que toda esta canalla consiga, o no, llevar a España por este fangal en último caso depende de ti de mi y de él de más allá, así que…mira lo que votas.

Monday, May 13, 2019

La reflexión de los necios



Interesante reflexión sobre la sociedad en que vivimos (no es mía, la he encontrado por ahí) pero no me he resistido a la tentación de ponerla aquí porque refleja a la perfección la idiosincrasia del votante medio español.
Todos los días 10 hombres se reúnen en un bar para charlar y beber cerveza. La cuenta total de los diez hombres es de 100€.
Acuerdan pagarla de la manera proporcional en que se pagan los impuestos en la sociedad de un país, con lo que la cosa sería más o menos así, según la escala de riqueza e ingresos de cada uno:
Los primeros 4 hombres (los más pobres) no pagan nada.
El 5º paga 1€.
El 6º paga 3€.
El 7º paga 7€.
El 8º paga 12€.
El 9º paga 18€.
El 10º (el más rico) paga 59€.
A partir de entonces, todos se divertían y mantenían este acuerdo entre ellos, hasta que, un día, el dueño del bar les metió en un problema:
-Ya que ustedes son tan buenos clientes,” les dijo, “Les voy a reducir el costo de sus cervezas diarias en 20€. Los tragos desde ahora costarán 80€.
El grupo, sin embargo, planteó seguir pagando la cuenta en la misma proporción que lo hacía antes.
Los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis; la rebaja no les afectaba en absoluto.
¿Pero qué pasaba con los otros seis bebedores, los que realmente abonan la cuenta? ¿Cómo debían repartir los 20€ de rebaja de manera que cada uno recibiese una porción justa?
Calcularon que los 20€ divididos en 6 eran 3,33€, pero, si restaban eso de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º hombre estarían cobrando para beber, ya que el 5º pagaba antes 1€ y el 6º 3€. Entonces el barman sugirió una fórmula en función de la riqueza de cada uno, y procedió a calcular la cantidad que cada uno debería pagar.
El 5º bebedor, lo mismo que los cuatro primeros, no pagaría nada: (100% de ahorro).
El 6º pagaría ahora 2€ en lugar de 3€: (ahorro 33%)
El 7º pagaría 5€ en lugar de 7€: (ahorro 28%).
El 8º pagaría 9€ en lugar de 12€: (ahorro 25%).
El 9º pagaría 14€ en lugar de 18€: (ahorro 22%).
El 10º pagaría 49€ en lugar de 59€ahorro 16%).
Cada uno de los seis pagadores estaba ahora en una situación mejor que antes: los primeros cuatros bebedores seguían bebiendo gratis y el quinto también.
Pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar lo que estaban ahorrando. “Yo sólo recibí 1€ de los 20 ahorrados,” dijo el 6º hombre y señaló al 10º bebedor, diciendo “Pero él recibió 9€”
“Sí, es correcto,” dijo el 5º hombre. “Yo también sólo ahorré 1€; es injusto que él reciba nueve veces más que yo.”
“Es verdad”, exclamó el 7º hombre. “¿Por qué él recibe 9€ de rebaja cuando yo recibo sólo 2€? ¡Los ricos siempre reciben los mayores beneficios!”
“¡Un momento!”, gritaron los cuatro primeros al mismo tiempo. “¡Nosotros no hemos recibido nada de nada! ¡El sistema explota a los pobres!”
Los nueve hombres rodearon al 10º y le dieron una paliza.
La noche siguiente el 10º hombre no acudió a beber, de modo que los nueve se sentaron y bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la cuenta descubrieron algo inquietante: Entre todos ellos no juntaban el dinero para pagar ni siquiera LA MITAD de la cuenta.
Y así es, amigos y amigas, periodistas y profesores universitarios, gremialistas y asalariados, profesionales y gente de la calle, la manera en que funciona el sistema de impuestos. La gente que paga los impuestos más altos son los que se benefician más de una reducción de impuestos. Póngales impuestos muy altos, atáquenlos por ser ricos, y lo más probable es que no aparezcan nunca más. De hecho, es casi seguro que comenzarán a beber en algún bar en el extranjero donde la atmósfera es algo más amigable.
Moraleja: “El problema con el socialismo es que uno termina quedándose sin el dinero de la otra gente”.
Ya lo dijo Margaret Thatcher: “El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero…. de los demás”