Este Gobierno, creador de empleo…

 

No hace mucho, oí a una ministra o ministro o ministre, vanagloriarse de que este Gobierno es el que ha creado más empleo público de la historia.

Y casi es verdad y digo casi por que, aunque es verdad que bajo este Gobierno el empleo público ha aumentado un 12%, el record absoluto lo ostenta Felipe Gonzales, mientras que Rajoy es el único Presidente con el que se redujeron las nominas públicas.

Y esto, nuestro Presidente Pedro Antonio Sánchez, lo presenta como un logro, diciendo que esta es la legislatura del empleo.

Este tío es un cínico y se ríe en nuestra cara. Eso no es empleo. Eso significa más gente cobrando del Erario Publico.

El empleo es el sector privado, el que realmente produce riqueza y paga el despilfarro público con sus impuestos, y éste sólo ha crecido un 3%.

La deuda pública es el ciento treinta por cien (130%) del PIB y el déficit se ha saltado todos los records, mientras la inflación ha hecho sonar todas las alarmas. Y este  tío se jacta de ser el mayor creador de empleo público. ¿¡Se puede ser más cínico y caradura!?

Tres Vicepresidentes, 22 ministerios, 1.200 asesores, 620 millones en coches, 91 millones en el Falcón, 400 millones para Egipto, 320 millones para Marruecos, 23 millones para los sindicatos, 20.319 millones para la Irene, para que ésta cuente cuatro tonterías, pinte los bancos del parque con los colores del arco iris y haga una plano de la estructura del clítoris femenino, y luego, no hay dinero para las pensiones. ¡Tócate los pies!

Gente que ha llegado a los 70, 80 o 90 años, que ha cotizado toda su vida y ahora tienen que oír que no hay dinero para su pensión.

Todo este despilfarro, este dispendio, este derroche sin sentido, para que uno, que ha cotizado durante 41 años, nunca ha ido al paro y ha hecho la mili, ahora tenga que oír: ¡Eh tío, que no hay dinero para tu pensión! Arréglatelas como puedas.

 ¡Que tiene bemoles la cosa!

Y el asunto no queda ahí, porque no es solo el Gobierno el que se dedica a “crear empleo público”

El otro día, así de refilón y sin fijarme mucho, oí en las noticias que no sé qué ayuntamiento, había decidido apagar una luz de cada dos, del alumbrado público. -investigué más tarde y encontré varios ayuntamientos que han hecho esto-

La noticia terminaba diciendo: que con esta medida el ayuntamiento se podría ahorrar 24.000 euros al mes y con ellos crear dos puestos de trabajo más en el ayuntamiento.

¡Pues que bien! ¡Que bonito!

¿Pero por qué parar ahí?

Por qué no quitar los bancos de la plaza, así se evita el gasto que ocasiona el cuidarlos. No recoger los residuos, que se lleva un dineral. Al cuerno con el agua potable, cuesta dinero y además se puede comprar en el supermercado. No arreglar las calles hasta que se pierda un coche en un socavón, etc., etc.

 Qué el contribuyente, ese que trabaja para una empresa privada, ese que ha fundado su pequeña empresa, ese autónomo, esos que cotizan de verdad y que se ven ahogados por los impuestos, sigan pagando por los ojos mientras ven como el ayuntamiento emplea quince jardineros para cuidar de una col, y entretanto que él, por la noche, se rompa los cuernos, porque el ayuntamiento ha decidido apagar la luz para poder “crear empleo”.

 

Por último una reflexión que no es mía, pero me gusta mucho y dice así:

“La democracia es la esperanza peregrina de la ignorancia individual, basada en la sabiduría colectiva”