El Problema del Coche Eléctrico…
El problema del coche eléctrico no es el
precio, que también, ni los productores del petróleo, ni los mecánicos que
tendrán que ser más técnico-electricistas que mecánicos, sino el coche en si.
El coche eléctrico es inviable porque simplemente no funciona.
En una batería que pesa quinientos kilos
solo te puede dar, de forma real, para 400 km de autonomía. Eso en los primeros
meses, luego se va deteriorando y al año no sacas ni 200 km, en 4 años 100 y
con seis años ya ni funciona.
Luego está el problema de la recarga.
Supongamos que hay 5 o 6 puntos de recarga
por gasolinera.
Supongamos que queremos hacer una recarga
rápida para continuar viaje lo más pronto posible y supongamos, seamos
generosos, que le lleva media hora.
O sea, en esa gasolinera, ¿o cómo vaya a llamarse?,
se han despachado 6 coches en media hora.
Ahora veamos en repostar con combustible
tradicional.
¿Cuánto tarda un coche en repostar gasolina
o diesel?
Pongamos 6 minutos, que ya es decir, se
despachan 5 coches por surtidor por cada media hora, por esos mismos seis
puntos de repostaje, nos sale 30 coches que se despachan en esa misma media
hora. Ahora multiplíquenlo por día y verán la magnitud del desastre y la inviabilidad.
Y no me vengan que hay cargadores muy
rápidos, Porque Por muy rápido que sea el cargador, hay un límite de la
cantidad que puedes cargar por hora, en el mejor de los casos te harán falta 25
a 30 minutos, para una autonomía de 150 km, eso en el mejor de los casos.
Luego está lo del litio que hace falta
para fabricar la batería.
El año 2022 se fabricaron 80 millones de
coches en el mundo.
Se necesita una media de 12 kilogramos de
litio por coche, por 80 millones de coches, nos sale 960 mil toneladas de litio al
año.
En ese mismo año 2022, se extrajeron en el
mundo unas 80 mil toneladas de litio, que daría
para fabricar un 21% de los coches que se fabrican en el mundo en el mismo
periodo.
Y
por último lo de la recarga completa en casa, durante la noche y con un
cargador lento.
Obviando el coste de la electricidad que,
al haber tal demanda, -demanda que a lo mejor ni siquiera la red eléctrica
puede soportar- se dispararan los precios a límites estratosféricos, nos deja
además con el pequeño problema de que, una grandísima cantidad de coches
duermen en la calle porque, simplemente, sus dueños no tienen garaje.
¿Cómo haremos entonces?
¿Llevaremos cada uno una extensión
eléctrica desde nuestra casa hasta el lugar donde hayamos dejado el coche?
El que crea, de verdad, que el coche
eléctrico va a ser la solución, que lo piense serenamente, que se informe, la
información está en internet al alcance de cualquiera, y luego me lo cuenta.
Y créanme, no buscan que tengamos un
coche eléctrico, buscan que no tengamos coche.
No buscan una solución para una vida
mejor, sino que buscan alienarnos en un estado de semi-pobreza, agobiarnos con
mil y un problema, conseguir que estemos tan preocupados en como sobrevivir cada día que
nos olvidemos del por qué estamos así.
El mundo está en una crisis relacionada con
el cambio climático, pero no de la forma que nos cuenta sino porque usan ese
discurso para crear esa crisis. Una crisis hecha por el hombre.
Al prohibir Europa el uso de energía
procedente de combustibles fósiles como el gas, el carbón o el petróleo, de
donde procede el 80% de la energía que consumimos, condenan a Europa a soportar
una escases de energía, lo que lleva a una subida de precios que al final nos
condenan a la pobreza.
Han conseguido introducir en buena parte
de la gente joven un “eco-fanatismo” desmesurado.
Un
buenísmo exacerbado que nos compele tolerancia con todo lo abyecto,
repulsivo y obsceno que este mundo da.
Nos
ahogan con la presión fiscal y nos dicen que es por nuestro bien, mientras vemos como nuestro mísero sueldo
cada día llega a menos.
Aunque nos digan que vamos a un
calentamiento global mucha gente se va a morir de frío.
P.D
Cuando digo “el mundo”, debiera decir,
Europa, Australia, Canadá y algunos estados de los Estado Unidos, porque el
resto de mundo pasa, del coche eléctrico, del cambio climático, y de todo el
“eco-fanatismo” de piscina en el jardín, ducha caliente y yogur en la nevera,
olímpicamente….
Sin ánimo de ofender