Lean este libro los Pseudo historiadores.
Las noticias que llegan por distintos conductos manchan, y además innecesariamente, la ciudadanía electoral del domingo. Entre el apetito de los vencedores (las elecciones “dieron la victoria” al frente popular –la izquierda-) queriendo ensanchar abusivamente la victoria, el achicamiento de los vencidos, la claudicación de la autoridad, y el asalto tumultuario de ésta, ha habido en más de las provincias desde que terminó la votación legal, enjuagues, falsedades y coacciones, determinantes de la resurrección de unas cuantas docenas de candidatos derrotados, que no decide la mayoría, pero contribuye a desnivelarle. Casi toda España se ha vuelto Coruña, en cuanto a estas póstumas y vergonzosas rectificaciones de algunos puestos.
El régimen, indudablemente, ha recibido una ratificación que lo consolida; pero los asaltos y tumultos dejan un recuerdo doloroso, que ha disminuido en pocos días el apoyo de la opinión al Gobierno, al extremo de que, repetida la elección mañana con garantía de orden, en una semana hubiesen variado mucho los resultados.
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Lo anterior lo escribía en su diario, el 22 de febrero de 1936, Don Niceto Alcalá Zamora, Presidente de la Republica desde 1931 hasta 1936 año en que fue depuesto mediante una argucia legal, en realidad, un golpe de estado encubierto, por parte del Gobierno Azaña.
Esto está copiado de un libro que no hace mucho salió a la luz con el título de “Asalto a la Republica” y en el que se recogen los diarios robados del presidente de la Segunda República.
La mayoría de nuestros historiadores mas progres, han dado por nombrar una y otra vez, como presidente de la Segunda República a Don Manuel Azaña, cuando en realidad, si nos atenemos al hecho de gebernar una España republicana más o menos legal y en paz, Don Niceto Alcalá Zamora fue su Presidente, mientras que la Presidencia del señor Azaña, transcurrió entre los años 1936 y 1939 (el final de la Guerra Civil) , y por lo tanto, si exceptuamos los dos primeros meses, todo su mandato durante la Guerra Civil, pero la historiografía progre se ha empeñado tanto en ningunear a aquél y alabar a este, que la mayoría de los jóvenes de hoy desconocen la existencia de un hombre llamado Niceto Alcalá Zamora.
Cuando él dice: “El régimen”, se refiere al Gobierno Azaña, y el libro en cuestión es de lo más ilustrativo.
Algo que deberían leer todos aquéllos Pseudo historiadores progresistas empeñados en restregarnos por la cara el golpe de estado perpetrado por el ejército contra un Gobierno legal Republicano.
Lean este libro junto con las memoria de Azaña, testigos directos del momento y que no pueden ser tachados de tendencias derechistas, y se podrán dar una idea fehaciente de toda la legalidad que revestía a aquélla Republica.