“El gran bufón”
No hace mucho escribí en este blog la cantidad de miserables
que hay en este país.
Pues aun creo que me quedé corto
Y es que, aun sabiendo lo miserable, cainitas y oportunistas
que podemos llegar a ser, todavía hay cosas tan ruines y mezquinas, tan
canallescas y viles, que me siguen sorprendiendo.
Veamos a la clase política y su comportamiento sobre el
accidente del tren Alvia en Santiago:
Mientras los vecinos de Angrios se lanzaron a las vías
tratando de socorrer a las víctimas del accidente y mientras cientos y cientos
de gallegos pasaron horas enteras en las colas para donar su sangre, en los
bancos del congreso, saltaron los cretinos de siempre tratando de ver cómo
podían culpar al Gobierno. A estos les importa un bledo la victimas que
perecieron en el desastre. Ellos lo que más le interesa es poder sacar tajada.
¿Ser puede ser más ruin, vil y mezquino?
¿Se puede ser más miserable?
Y es que viéndolos hablar tratando de convertir lo que no
pasa de ser un fatal error humano en un arma con que arañar unos miserables
votos que les ayuden a conseguir un codiciado pero ridículo cargo, nos hace
sentir vergüenza ajena.
Aquí tengo que matizar un par de cosas: la actitud positiva
del señor Rubalcaba, que me parece que está llevando a cabo la oposición más limpia
y constructiva de toda la democracia, y la actitud sórdida y oportunista de ese
señor barbudo jefe de la oposición galeguista
que adjudico los muertos al Gobierno del señor Feijoo.
Este fulano que, desde siempre, o sea, desde que palmó Franco, ha estado en la “oposición”, que
nunca ha tenido que perder ni una sola hora de sueño pensando donde emplear los
pocos recursos con que se encontró el Gobierno de Feijoo, no es la primera vez
que protagoniza estas bravuconadas, como cuando golpeó su escaño con un zapato
o, levantándose de su asiento como un vulgar matón de bar del Oeste, golpeó la
barandilla del estrado delante del Presidente Feijoo.
El sueño de este tío, ya que sabe que nunca va a ser
presidente de nada a menos que sea de su comunidad, es pasar a la historia como
un gran estadista, tipo Winston Churchill o Clement Atlee o Bismarck o alguien
así. No se da cuenta de que aquéllos fueron grandes hombres, grandes políticos
y grandes personas.
Y, además, en el terreno político, aquéllos jugaron en la
primera división y este, como eterno aspirante al Gobierno de la Junta de
Galicia, está jugando en regional preferente y de este modo a lo maximo que
puede aspirar es a lo que va a conseguir: ser recordado como “El gran bufón”