Yo siempre creí que la justicia era sorda y ciega.
Nunca el
Poder Judicial fue tan libre en España.
Nunca en la
historia fue tan independiente, tan soberano y tan expeditivo a la hora de
implementar justicia.
Y lo hacen
y, además, el trabajo no les falta. Los casos de corrupción en España son una
constante con la que nuestras televisiones abren los telediarios todos los
días.
Los autores
y actores de estos casos vienen desde todas las formaciones, desde la derecha
hasta la extrema izquierda, sin obviar ni banqueros, empresarios, sindicatos, familia
real y hasta federaciones deportivas.
Aquí parece
que, todo aquél que fue algo en algún sitio, que tuvo alguna clase de dirección
o poder, acabó cayendo en mayor o menor medida en algún tipo de corrupción.
Y, sin
embargo, algo parece estar fallando.
Por ejemplo:
pongamos el caso de la Pantoja. Esta señora fue condenada a la cárcel por un periodo
de dos años. Nadie que sea condenado, por primera vez, con una sentencia que no
exceda los dos años, es obligado a entrar en prisión y sin embargo ella si
acabó yendo a chirona.
-Como medida
disuasoria, dijo el señor juez que llevó aquel caso-.
Yo siempre creí
que la justicia era sorda y ciega y juzgaba al reo y al caso en cuestión, aplicando
y ajustando la sentencia según la gravedad del asunto, sin mirar ni quien era,
ni de donde venia, ni mucho menos como medida de ejemplo o disuasión hacia
terceros. Eso era lo que yo creía, pero por lo visto no era así.
Otro
ejemplo: Pongamos que uno sale a la calle y pregunta: ¿Cual es el partido
político implicado en más casos de corrupción?
La respuesta
va a ser indudablemente el PP, y sin embargo no es así. Aunque el señor Sánchez,
le siga echando a la cara al señor Rajoy, la corrupción en el PP, el PSOE,
tiene a la sazón tantos casos o más que el PP, lo que pasa es que no hacen
tanto ruido.
De alguna
manera, para los medios en general, exceptuando honrosas excepciones, parecen
darle más bombo a los casos de corrupción del PP que a los del PSOE.
¿¡Al parecer
son más mediáticos!?
Si es verdad
que saltan a la palestra casos como el de los Eres o los Cursos de Formación o
el escándalo de lo Pujol, pero todo muy de tarde en tarde. La parte importante
de la información, la que parece dar los cuartos, gira en torno a la corrupción
en el PP. Como en ese programa de Tele 5, “Sálvame”, donde todo gira alrededor
de la familia Pantoja.
O sea, que
las noticias en estos últimos años son como un “Sálvame” de la política donde
el plato fuerte son las andanzas del PP.
Y luego
están los tiempos.
Los jueces
parecen elegir aquel momento en que el PP o está en campaña de unas elecciones
o tratando de buscar apoyos para gobernar, ya bien sea la nación, una autonomía
o un ayuntamiento, para abrir un caso de corrupción contra este partido.
Cuando parece que está llegando a alguna
parte, ahí irrumpe un nuevo caso corrupción, o reedición de uno antiguo, en
todos los medios de información, que obligan a aquel que pretendiese llegar a
cualquier tipo de acuerdo con ellos, tenga que mirar para otro lado.
No es que
los casos no existan, no. Es el momento en que son lanzados a la opinión pública.
Zas, zas,
zas, como cargas de profundidad, como torpedos en toda la línea de flotación, justo
cuando la batalla está en su pleno apogeo y que hacen que el PP, o gane por
mayoría absoluta, o no tenga la más mínima posibilidad de formar gobierno en
ninguna parte.
Si uno fuere
mal pensado podría creerse que de alguna manera, nuestro Poder Judicial, aunque
muy emancipado y liberado, no parece ser todo lo imparcial que se hubiese sido
deseado.
Claro que,
todo esto quizás sean figuraciones de uno y no haya nada mas en el asunto,
quizás.
PD. Antes de
irme me gustaría escribir un pequeño pie de página que no tiene nada que ver
con lo arriba escrito.
Va dirigido
al votante de Podemos, progresista donde los haya.
Sabes
querido votante, que, una de las leyes que quiere presentar a votación del Parlamento, el señor Pablo Iglesias, en un
hipotético caso de llegar a formar Gobierno con el PSOE, es poner en vigor el
impuesto de sucesiones?
Por lo
tanto, si tienes una vivienda que piensas dejar en herencia a tus hijos o tus
padres posean una que tú piensas heredar, y que tenga un irrisorio valor de
unos miserables 120 mil euros, tendrás que darle a ese hipotético Gobierno del
señor Iglesias, que tú has votado, unos
26.500€.
Si, has
entendido bien, veintiséis mil quinientos euros más o menos, así que, como
diría García, ¡ojo al dato!