La demolición de la historia se hace global.
Como para
demostrarnos que en todas partes cuecen habas y florecen gilipollas,
andan estos días los estadounidenses, dándonos ejemplo patente de
que, incluso un país tan vanguardista y patriota, también puede dar
como el que mas su cupo de idiotas.
Y esto no lo digo
porque hayan elegido a un Presidente como Donald Trump, que también,
sino que estos días se han puesto a dirimir diferencias entre las
“Izquierdas las Derechas” y la cosa ha ido escalando de tal
manera que en varias ocasiones ya, han llegado a las manos y han
acabado a sopapo limpio.
La izquierda acusa a
la derecha de fascista y neonazi -¡que novedad! Y la derecha acusa a
la izquierda de antipatriotas y traidores.
Y la verdad es que
en la derecha encontramos a un grupo o asociación llamado “White
lifes mater”, y es verdad que entre ellos se encuentran grupos
neonazis, pero la gran mayoría son genuinamente estadounidenses que,
con más o menos razón, se preocupa por la deriva que ha tomado el
país, donde según ellos, el hecho de ser negro o hispano te da unos
privilegios que no tienen los blancos y que además ven con horror
que están siendo invadidos por el Islam –como toda Europa-
Y en la izquierda se
encuentra otro grupo opositor del anterior, “Black lives mater”
éste formado antes que el anterior, y donde se pueden encontrar
personas que de verdad se preocupan por la defensa de los derechos de
las personas de color, los hispanos, y otras minorías étnicas, que
según ellos, y según el autor de este blog también, son los
colectivos más débiles y peor tratados e indefensos.
Pero en este último,
al igual que en la derecha neonazis, aquí se han infiltrado
comunistas.
Bueno comunistas es
un decir, porque mas bien son un batiburrillos de perro flautas,
fumaos y adolescentes con ganas marcha, sexo y aventuras. O sea,
“Podemos” en americano.
Y es aquí donde,
como casi siempre, ha comenzado el lio. Primero no respetaron la
manifestación pacífica de los anteriores y se lanzaron contra ellos
con piedras, palos o cualquier cosa que tuvieren a mano, hasta el
extremo de tener que intervenir la policía y apaciguar la cosa a
porrazo limpio.
Y no quedó aquí la
cosa sino que, los “Podemitas americanos”, han comenzado, igual
que aquí los de la “desMemoria Histórica”, ha derribar aquellas
estatuas que representan a los héroes sudistas. O sea, aquellos
hombres que murieron en la Guerra Civil Americana, peleando por el
Sur, pero a los cuales en reconocimiento a su valor y se les había
erigido una estatua.
Estatuas que ahora,
estos justicieros en retrospectiva, derriban sin miramientos,
tachando a los hombres que representan, de negreros y esclavistas.
Y, como parece que
le han tomado gusto a la cosa, el asunto ha ido en crescendo, y hace
una semana, la estatua que ha aparecido sin cabeza ha sido la del
mismísimo Cristóbal Colom.
Además, han decido
que van a cambiar, o ya han cambiado, el Día de Colom, por el Día
de los pueblos Indígenas o algo así.
Aunque esto de
tratar de desprestigiar a Colom, y negarle autoría del
descubrimiento de América, no es nada nuevo.
Durante años, los
británicos, que nunca han sabido tragarse el sapo de que fueran tres
naves españolas los descubridores del nuevo mundo, han tratado por
todos los medios de desprestigiar aquel hito histórico.
Puntualizando una y otra vez que, primero, Colón no era Español y
segundo, que antes que él ya habían llegado allí los vikingos.
Pero ahora también
se han subido a ese carro los norteamericanos, especialmente, los de
origen latino, que parece que ven en Colón el culpable de todas sus
desdichas.
Escribía el otro
día un comentario en “facebook” un memo, por su nombre, de
origen italiano, que, Colón no solo había sido precedido en el
descubrimiento de América por los vikingos, sino que además se
creía que los asiáticos ya habían llegado a Sudamérica, muchos
años antes.
Pues para este y
para todos esos que ya llevan con esta murga una buena temporada,
quiero decirles que, claro, claro que si, Cristóbal Colón fue
precedido en el descubrimiento de América por los vikingos y también
por los asiáticos, ¡cómo no!?
Y éstos últimos
fueron presididos por los nativos americanos, mas tarde conocidos
como indios, que ya estaban allí cuando Colón llegó a aquellas
tierras.
Pero no fue hasta
que Colón colocó a las Américas en un mapa, que alguien supo que
existía un nuevo continente.
Y, además, es muy
injusto señalar a Colón como el principal culpable –ni siquiera
como culpable- de la masacre que sufrieron los indios, sino que hay
que culpar a los europeos en general.
Fueron los blancos,
como los llamaban los indios, los culpables de aquella hecatombe.
Y donde se encuentra
hoy Estados Unidos, fue donde la raza india se llevó la peor parte,
porque mientras que en México y América del Sur, se puede encontrar
mucha gente con mescla de sangre blanca e india, no se puede decir lo
mismo de Estados Unidos, donde los nativos fueron casi exterminados y
los pocos que sobrevivieron fueron aislados en reservas donde todavía
siguen hoy.
Colón no fue ningún
malvado ni asesino. Fue un hombre de su tiempo que hizo lo que
cualquier hombre de su tiempo haría o le gustaría hacer.
Y no hay mayor
maldad que juzgar a un personaje histórico –cualquier personaje
histórico- por los parámetros de hoy día.
La gran mayoría de
ellos fueron gente valiente, buena y honrada, que vivieron en su
tiempo lo mejor que sabían.
Pero la demolición
de los símbolos del pasado no se detiene con los americanos que
lucharon en el bando sudista, o con Colón, no, la demolición se
vuelve global y las estatuas de Gandhi, Nelson o Lenin se enfrentan
al hachazo.
Sin ir más lejos,
hace unos días, en Polonia fueron retirados los monumentos dedicados
a los héroes soviéticos que murieron durante la liberación de
Polonia en la Segunda Guerra Mundial e incluso en Inglaterra se está
poniendo en tela de juicio la vida y obra de Winston Churchill.
Y es que con la
nueva moda que se está instalando entre los “progres” de este
mundo, de ganarle batallas y guerras a los muertos, no está a salvo
ni Santa Teresa de Jesús.