Monday, August 29, 2022

La Historia en la escuela “franquista”



 

Existe la noción hoy día entre estos jóvenes pseudo-historiadores de que en la “escuela franquista” solo estudiamos una historia tergiversada, vacía de contenido y con una información muy maniquea.

Ellos, que la mayoría no ha leído más que panfletos, citas de Santos-Julia, o la contraportada de un libro de Paul Preston,  y que descartan a Pio Moa, Stanley Payne y Ricardo de la Cierva, por franquistas, y se creen que el mejor historiador de la historia, valga la redundancia, fue Javier Tusell, un escritor, éste último, que escribió que si España se había quedado fuera del “Plan Marshall”, fue porque el General Francisco Franco lo había rechazado.

¡Amos, anda ya!

 

La historia franquista iba así: iberos y celtas. fenicios, griegos y cartagineses. Asdrúbal y su hijo Aníbal Barca. -Sócrates-

Romanos, -Viriato, Indibil y Mandonio, Trajano, Adriano y Teodosio-

Los Bárbaros del Norte, alanos, vándalos, suevos y visigodos.

Todos los reyes godos, había que arremangarse para saber la lista completa.

- He aquí algunos: Ataulfo, Sigerico, Walia, Leovigildo, Hermenegildo y Recaredo y terminando en Rodric o Rodrigo.-

 

La batalla de Guadalete y la invasión árabe. Abderramán III, Almanzor.-Mahoma-

Don Pelayo y Covadonga.

Los reinos de León, Castilla, Aragón y Navarra. Ahí aparecen personajes como Alfonso III, Alfonso VIII, el Cid, Fernán González, Sancho VII de Navarra, Doña Urraca, Sancho II, Alfonso VI, Don García, que es rey de Galicia por un tiempo, Jaime I, Fernando III, hasta Alfonso X el Sabio. También Wifredo el Velloso y Guzmán el Bueno

Los Reyes Católicos y la toma de Granada con la expulsión de Boabdil.

-Beatriz Galindo, Gonzalo Fernández, el Gran Capitán, Nebrija-

Colón y el descubrimiento de América, Ignacio de Loyola, Hernán Cortés, Vasco Núñez de Balboa, Pizarro, Juan Sebastián Elcano.

Juana la Loca y Felipe el Hermoso.

Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Carlos II, Felipe V, Luis I, Fernando VI, Carlos III, Carlos IV, José I, Fernando VII, Isabel II, Amadeo de Saboya, la Primera República, Alfonso XII, Alfonso XIII, la Segunda República, el Alzamiento Nacional y Francisco Franco.

-Los Comuneros de Castilla, San Francisco Javier, la Escuadra Invencible, Lepanto, Don Juan de Austria, Murillo, Tirso de Molina, Lope de Vega, Teresa de Jesús, Velázquez, el Greco, Cervantes, Calderón de la Barca, Jovellanos, Napoleón Bonaparte, Guerra de la Independencia, Agustina de Aragón, Donoso Cortés, Concepción Arenal, General Prim, el Héroe de Cascorro, Miguel Primo de Rivera, Isaac Peral, José Calvo Sotelo, Torres Quevedo, Jacinto Benavente, los hermanos Machado, José Antonio Primo de Rivera.

Todo esto y más nos lo daban en la escuela franquista. Aparecen en la enciclopedia Álvarez, Primero, Segundo y Tercer Grado.

Ahora vayan a mirar la historia que se imparte en la escuela hoy día…

 

Lo que nunca nos contaron en la escuela “franquista” fue: ¿quienes eran los enemigos, los malos?

 

Nunca nos hablaron del expolio del oro del Banco de España, por parte de Negrín, Largo Caballero y con Manuel Azaña de Presidente, oro que fue enviado a Rusia y jamás retornó. Nunca nos hablaron de Indalecio Prieto, que se llevó lo que quedaba del oro del Banco de España, para México a bordo del buque Vita.

Nunca nos hablaron de José Díaz, líder del partido comunista, “buen muchacho”, de la “señora” Dolores Ibarruri, La Pasionaria, una guarra que decía que era preferible matar a cien inocentes antes que se le escapara un fascista vivo, o del buenazo de don Santiago Carrillo, autor intelectual de 10.000 asesinatos perpetrados en Paracuellos del Jarama, muchos de ellos, menores de edad.

Nunca nos contaron las “bondades” de aquella “Gloriosa”, II República, ni nos hablaron de Companys, Agapito García Atadell, Lister, Modesto o el Campesino, todos ellos muy “buena gente”. Tampoco nos hablaron de las Patrullas del Amanecer, la quema de conventos e iglesias y el asesinato de religiosos, solo por serlo.

Ni tampoco nos enseñaron que había que odiar y desenterrar a los que habían luchado en el bando contrario.

 

No, nunca nos enseñaron nada de eso. Esa fue la gran asignatura pendiente.

Nos enteramos ahora, ¡Vaya si nos enteramos!