Wednesday, August 25, 2010

Los Hermanos de la Lejía, si, Juan Canalejo, no…



En mi ultima entrada en este blog decía que, los amigos de “lo políticamente correcto”, habían decidido –y explicaba por qué- que Juan Canalejo no era digno de que el Hospital de La Coruña, llevase su nombre, pero en cambio “los Hermanos de la Lejía” si eran dignos de tener una calle en La Coruña.
Y aquí voy a tratar de explicar quienes fueron estos “Hermanos de la Lejía”

Se trataba ya de una familia de raigambre socialista. El padre de la saga, José García Iglesias, quien debía ser una buena pieza, fue desterrado de Ribadeo en torno a 1917-1918 estableciéndose en La Coruña, con un negocio de fabricación, distribución y venta de lejía, que los propios hijos transportaban con ayuda de un burro que arrastraba un carrito.

De sus ocho hijos, sólo uno, José, fue bautizado. Los otros tenían nombres tan llamativos como Bebel, France, Jaurés, Voltaire...

Los “Hermanos de la Lejía” fueron unos jóvenes socialistas que, de acuerdo con lo que figuraba en los expedientes policiales de la brigada político-social republicana, aparecían entre los más peligrosos y extremistas de La Coruña.
A uno de ellos, France, tanto por su forma de actuar como por su extremismo se le consideraba también comunista.
La sola mención del nombre de estos hermanos, a las gentes de derechas o las que iban a misa, no es que les infundiese temor, es que les infundía verdadero pánico. Será rara la familia coruñesa que no haya escuchado de labios de sus mayores el relato de algún acto violento o corajudo por parte de estos “héroes”.

Los “Hermanos de La Lejía fueron el prototipo de los “jóvenes socialistas de la época, seguidores a pie juntillas del decálogo de las juventudes socialistas, el cual en su punto 4º decía: Es necesario manifestarse en todas partes, aprovechando todos los momentos, no desaprovechando ninguna ocasión. Manifestarse militarmente, para que todas nuestras actuaciones lleven por delante una atmósfera de miedo o de respeto.
Y el 8º: La única idea que hoy debe tener grabada el joven socialista en su cerebro es que el Socialismo sólo puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente.
Los “Hermanos de la Lejia” formaron parte de aquellos jóvenes socialista a los que Galicia tanto “debe”.
A continuación redacto una relación de sus “grandes” obras: Según el Ministerio del Estado, entre el 16 de febrero y el 1 de abril hay un atentado contra una iglesia de Lugo tres incendiadas en Orense y dos saqueadas; otra dos saqueadas en Santiago. Amenazas contra sacerdotes en Lugo y Santiago. Varias casas parroquiales incautadas. Atentados contra personas, un sacerdote tuvo prisión mantenida en Orense. Atentados contra casas religiosas.
Durante ese mismo año, hay varios asaltos y quemas a templos y casas religiosas en Mondoñedo. Arde por completo el templo de Caranza en El Ferrol. En Orense asaltan otras seis iglesias, desde Paradellas hasta Barbadás y ponen una bomba en la rectoral de Palmes. En Santiago queman la sede de los jesuitas y la de los redentoristas en La Coruña. En Lugo se pierden otros cuatro templos mientas en Tuy, arde la capilla del Santo Cristo de Porriño.
Según el mismo informe, el 2 de julio de 1931 ardía el convento capuchino de la Coruña y asaltan las casa de los jesuitas, maristas y dominicos.
En el verano de 1932 roban en dos iglesias de Ferrol, en la de Ares, en la de Cabo de Cruz y en la de Santiago de Vigo.
En marzo 1933, queman cinco iglesias en Mondoñedo y detienen a seis sacerdotes, todos sin motivo. En mayo del mismo año destrozan los templos de Iñas, San Pedro de Nós y Oleiros. El 15 de agosto desaparecía la iglesia de Cabañas, y ardía la de Sobrado, mientras a la de San Andrés de La Coruña le ponen una bomba.
Y esto fue solo en Galicia y tirando por lo bajo, precio de amigo, como quien dice.
En realidad fue tal la destrucción del patrimonio artístico durante la Segunda Republica y la Guerra Civil en la zona republicana, tanto en Galicia como en el resto de España, que es considerado como el periodo de mayor destrucción artística de cualquier otro momento histórico.
Naturalmente, los “Hermanos de la Lejía” no tomaron parte en todos estos hechos, pero si en buena parte de ellos y formaron parte activa de aquélla ralea.

Fueron los organizadores e instructores de las milicias de las juventudes socialistas. Hacían alarde de llevar armas sin que les pasase nada. De los grupos que ellos acaudillaban y en ocasiones tomaban parte directamente, surgieron diversos incidentes como fue el grave apuñalamiento del falangista Manuel Pena, asesinato de los hermanos Freire o el atentado contra el general Carlos Bosch y Bosch en el Hotel de Francia.

Al producirse el alzamiento de los nacionales, Bébel y France fueron juzgados y condenados a muerte, Jaurés a cadena perpetua, aunque fue paseado en enero de 1937 aprovechando un traslado. Una de tantas salvajadas en medio de lo irracional de aquélla guerra.

Para resumir: “los Hermanos de la Lejia” fueron unos terroristas, pero cayeron el lado de los “buenos” y por eso, La Coruña de “los políticamente correcto” y los paladines de la “Memoria Histórica”, han decidido que merecen una calle con su nombre.
Ellos, si, Juan Canalejo no.

Tuesday, August 17, 2010

Juan Canalejo y los de “lo políticamente correcto”.




Hoy he tenido que ir al hospital Juan Canalejo de la Coruña. Hacía algún tiempo que no me acercaba por el lugar, -quiero decir por el hospital, puesto que por La Coruña estoy casi todos los días- y, nada mas al llegar me di cuenta de que, sobre su entrada principal, ya no figuraba en el letrero como Juan Canalejo, sino hospital de La Coruña, sin más.

Pregunté si le habían cambiado el nombre y me dijeron que si.
¿Y por qué? Inquirí yo.
Pues porque el tal Juan Canalejo, por lo visto, fue un falangista.

Ya está, no podía fallar. Con los amigos de “lo políticamente correcto” hemos topado.

Antes se solía decir: con la “Iglesia hemos topado”. Cuando se quería divulgar o fomentar algo que no entrase en los dogmas de la Iglesia, ésta té empezaba a poner tal clase de trabas y zancadillas que, o bien reculabas, o bien podías dar por terminada tu carrera e, incluso, algunas veces algo mas, y de ahí viene el dicho.
Pero actualmente, si publicas, haces o dices algo, como ponerle a una calle el nombre de un falangista o simplemente de un soldado, cualquier pobre diablo que hubiese caído en la guerra luchando en el lado “franquista”, o que, simplemente, quieras explicar que en ambos bandos hubo de todo, o que durante la “dictadura” de Franco hubo cosas malas pero también cosas buenas, con quien te vas a dar de bruces es con los de “lo políticamente correcto”. Y aquí entran individuos e individuas de diferente pelaje: defensoras de la igualdad, feministas sin fronteras, nacionalistas varios, titanes de la “memoria histórica, etc., pero todos englobados en lo que se ha dado en llamar “progre”.
Y como al progrerío no les gustaba lo que había sido Juan Canalejo, le cambiaron el nombre al hospital.

¿Pero quien fue Juan Canalejo, realmente?

Juan Canalejo Castells, fue jefe de las falanges gallegas.
El decir esto, enseguida le hace pensar a uno que, entonces éste hombre formó parte de las brigadas falangistas que, tras la Guerra Civil, tuvieron la autoría de la brutal represión de la postguerra. Pero esto dista mucho de ser la realidad.
Juan Canalejo Castells, fue detenido a principios de abril de 1936, y conducido a la cárcel modelo de Madrid, donde se encuentra con la plana mayor de Falange gallega, (Salas Pombo, Naya Veira, Velasco Calva, Arias Prado, Vidal Verdes, Folla Cisneros, Álvarez de Sotomayor, Caamaño, Colmeiro Laforet, Patiño, Salgado Torres, Sanz de Andino...) que habían sido detenidos unos días antes, además de con la plana mayor del movimiento, los cuales también habían sido detenidos. (Entre ellos, además de José Antonio, estaban Raimundo Fernández Cuesta, Rafael Sánchez Mazas, Sancho Dávila, Manuel Valdés Larrañaga, Julio Ruiz de Alda, Andrés Cuerda, Alejandro Salazar...).
Existe una carta del propio Juan, fechada en los primeros días de junio (que se cree dirigida a Diego Salas Pombo o Antonio Naya), en la que dice:
“El juez no ha encontrado motivo para procesarme, pero esta canalla encaramada en los puestos de mando, hace ley de su capricho, reteniéndome arbitrariamente, en espera tal vez, de que recurra en solicitud pidiéndoles mi libertad. Sería inútil porque no quiero deber al favor lo que me corresponde en derecho, y menos tratándose de vulgares atracadores del poder”.
Finalmente Canalejo sería asesinado en la primera gran saca efectuada por las autoridades republicanas de Madrid y que tuvo lugar el 6 de noviembre de 1936. Fue ejecutado, junto con otros compañeros (entre ellos Muñoz -farmacéutico- jefe local de la Falange de Santiago), al borde de la zanja número uno, previamente cavada.

Y hasta aquí la historia de Juan Canalejo. Yo no quito ni meto en que este hombre pudo ser, o no, malo, malísimo de la muerte, pero al haber sido dado matarile a fecha tan temprana, muy difícilmente puede achacársele otro crimen que el haber sido miembro de un partido político que hoy no goza de muy buena fama.
Y, así su nombre deja de representar al Hospital de La Coruña.

Mientras tanto, los mismos que suprimen el nombre de Juan Canalejo, no muy lejos, cerca de la Torre de Hércules, le han dado una calle a “Los Hermanos de la Legía.

…Quienes fueron los Hermanos de la Legía, lo cuento otro día.

Hoy quiero terminar con una cita de Clara Campoamor, cuando escribe:
... la división tan sencilla como falaz hecha por el gobierno entre fascistas y demócratas, para estimular al pueblo, no se corresponde con la verdad. La heterogénea composición de los grupos que constituyen cada uno de los bandos (...) demuestra que hay al menos tantos elementos liberales entre los alzados como anti demócratas en el bando gubernamental (La revolución española vista por una republicana)

Thursday, August 12, 2010

Los nacionalistas y "su" democracia.






- ¿Se acuerdan de aquella promesa que el “Presidente Feijoo,” –lo pongo entrecomillado porque en este país tenemos más presidentes que nabos en Lugo- nos hizo a los gallegos antes de las elecciones autonómicas de Galicia?
Nos prometió que, si él las ganaba, derogaría el decreto del gallego y los padres en Galicia, podrían elegir la lengua en la educación de sus hijos.
Bien, pues ganó, pero la promesa la cumplió a medias, -si es que se puede decir así, puesto que, una promesa se cumple o no se cumple, punto- y sacó una nueva ley en la que dejaba, más o menos, al gallego y al castellano a partes iguales, fifty, fifty, que dirían los americanos, e introduciendo, además, una nueva lengua, el inglés, que acapararía un tercio de las clases. -Si esto fuese cierto y el inglés se estudiase en nuestras escuelas como es debido, merecería la pena, pero mucho me temo que el inglés seguirá siendo, por mucho tiempo todavía, nuestra asignatura pendiente-. Y así quedó la cosa por parte de Feijoo, con un cumplimiento de su promesa, muy, muy, descafeinado. Pero, algo es algo, pensamos los gallegos, ¿a ver si para las próximas le pone un par y se atreve a hacerlo, (cumplir la promesa) de verdad?...

Y fue entonces cuando apareció la “Mesa por la normalización lingüística”.
La “Mesa por la normalización lingüística” se supone que es una ONG sin ánimo de lucro, que se ha encomendado a sí misma el velar para que no se discrimine el idioma gallego en Galicia.
En realidad esto es mentira. La “Mesa por la imposición lingüística” –esta debería ser su verdadera denominación- es un ente que se ha erigido como dictador de las normas a seguir en Galicia. De cómo los gallegos debemos nacer, vivir, hablar, pensar e incluso, morir, pues hasta quieren prohibir que los epitafios de las tumbas se escriban en castellano. Este ente está, y ha estado siempre, fuertemente subvencionado por la Junta de Galicia, no importa quien fuere el Presidente.
Su líder, Carlos Callón, es un “señorito” de Santa Eugenia de Ribeira.
Este chaval, sin oficio conocido, en su vida ha pegado palo al agua ni, por lo que se ve, piensa pegarlo en lo que le resta.

Bien, pues a esta “Mesa”, por lo visto no les ha gustado como había quedado la cosa en los colegios y han interpuesto, contra el nuevo decreto, un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
A este recurso se han unido también el sindicato nacionalista CIG, y La Real Academia Gallega. Huelga decir que todos ellos viven del mismo cuento.
-Y aquí no debemos olvidarnos del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, puesto que, de no existir las autonomías, tampoco hubiese existido un TSJG, por lo tanto, estos también están barriendo para casa y por la cosa-.
A todo esto, dice el señor Callón, que confía en que haya un pronunciamiento ágil por parte del Tribunal, asegurando que, si se tardan dos años en dictar sentencia y durante este tiempo, no se toma ninguna medida cautelar para que lo niños y niñas (sic) puedan aprender en gallego, podríamos causar un enorme daño a la formación lingüística de los estudiantes.
¿O sea, que el hecho de que los padres en Galicia, puedan elegir el castellano en la educación de sus hijos, le parece a este niñato, un enorme daño?

Pues mira, ya les perdono todo esto. Al fin y a la postre, las habichuelas hay que agenciárselas todos los días y si lo podemos hacer con el mínimo esfuerzo, mejor que mejor.
Lo que no soporto. Lo que más me revienta de esta patulea es que, mientras nos dictan e imponen sus normas al más puro estilo nazi, siguen manteniendo que todo lo hacen por la “democracia y libertad de Galicia”. ¡Tócate los cataplines!

Miren señores: ya sé que con ustedes es inútil pero voy a tratar de darles un ejemplo que nos dejó un gran personaje histórico sobre democracia.

Se llamaba Clara Campoamor.
Y junto con Victoria Kent, eran las dos únicas mujeres que había en las Cortes Constituyentes. Clara Campoamor representaba al Partido Radical y Victoria Kent lo hacía por la formación Radical-Socialista. Y se trataba de aprobar la ley al derecho electoral de las mujeres. Los debates en cuestión se produjeron los días 1, 2 y 8 de septiembre de 1931. La radical-socialista se opuso con contundencia al sufragio femenino sin ningún tipo de limitaciones defendido por Campoamor.
La izquierda, con excepción de un grupo de socialistas y algunos republicanos, no quería que la mujer votase porque se suponía que estaba más influida por la Iglesia e iba a favorecer a las derechas. Estas tampoco lo querían pero lo apoyaban porque creían que les podía favorecer. Entonces, el partido Radical Socialista puso frente a Clara a la otra diputada, Victoria Kent, para negar el voto de la mujer aplazándolo sine die.
“ La mujer para encariñarse con un ideal, necesita algún tiempo de convivencia con el mismo ideal, advirtió Kent para asegurar que, si todas las españolas fueran obreras o universitarias y estuvieran liberadas en su conciencia, yo me levantaría hoy frente a toda la Cámara para pedir el voto femenino".
Frente a ella Campoamor, en contra de su propio partido, el Radical, fue la encargada de replicar a su colega para apostar por reconocer a la mujer como ser humano, por "pura ética", todos sus derechos.
"Dejad que la mujer se manifieste como es, para conocerla y para juzgarla; respetad su derecho como ser humano", expuso a los diputados.
El debate fue extraordinario y la Campoamor arrolló.

La Constitución, aprobada por las Cortes republicanas, reconoció la plena igualdad jurídica y política de hombres y mujeres y el voto femenino salió adelante.
Prieto salió del hemiciclo diciendo que aquello era «una puñalada trapera a la República». Hubo un gran escándalo. Y cuando en el 33 la CEDA ganó las elecciones y Lerroux formó gobierno, toda la izquierda le echó la culpa de su derrota a Clara Campoamor. Fue su muerte política.
En el 33 no consiguió renovar su escaño y en el 34 abandonó el Partido Radical.

Ahí está.
Esta gran señora sabía que, lo que su compañera en las Cortes le decía, era verdad.
Sabía que con la llegada del derecho del sufragio femenino podía significar su muerte política.
Pero ante todo era una gran demócrata al tiempo que gran persona y, llegado el momento, voto en consecuencia con sus convicciones.
Eso es ser demócrata. Dar libertad al pueblo para que elija, aun sabiendo que tal libertad pueda ir en contra de nuestras ideas.

Otro ejemplo, este mío: Estos son dos muchachos que tienen dos novias a las que adoran. Un día las chicas les dicen a los muchachos que han conocido a otros chicos y que lo quieren dejar.
Uno de los chicos se resigna y, con gran dolor de corazón, deja ir a la chica a que busque su destino y sea feliz.
El otro en cambio no se resigna. Le grita, o eres mía o no serás de nadie, y la mata.
¿Cuál de los dos chicos creen ustedes que quería y respetaba mas su novia, el que la deja ir o el que la mata?...
Pues eso.

Una vez en Inglaterra, vi un poster que representaba dos manos abiertas en forma de uve y de ellas salía volando una paloma. Y debajo una leyenda que decía:
Si amas algo, déjalo ir.
Si vuelve es tuyo, sino, nunca lo fue.

Saturday, August 07, 2010

La creación del Mundo.





(El milagro de la vida 2)


Dios creó el mundo, de la nada, en seis días, con arreglo al siguiente orden: el primer día creó la luz; el segundo, el firmamento o cielo; el tercero, el mar y las plantas; el cuarto, el Sol, la Luna y las estrellas; el quintó, las aves y los peces; y el cesto los animales y el hombre –nótese que nos dejó para el final, no era tonto el tío-. (*)

(*) Enciclopedia Álvarez, tercer grado. Edición 1965.

¿…? ¿Qué?
¿Qué té ha parecido?
Nada que no te lo crees. Claro que no. Tú eres más inteligente que eso. Y además no crees en Dios, ni en todas esas paparruchadas –es lo que está de moda-. Tú eres moderno, liberal tirando a la izquierda progre. Lo tuyo es la lógica y la ciencia. Lo científico, ¡vamos!
Claro que sí. Pues vamos allá: ¿Sabes lo que es un protón? … Si, has oído hablar de él. ¿Pero sabes, exactamente, como es? ¿Sabes su tamaño? …Por mucho que te esfuerces, nunca serás capaz de hacerte cargo de qué pequeño, qué espacialmente insignificante es un protón.
Un protón es una parte infinitesimal de un átomo, que es en sí mismo, por supuesto, una cosa insustancial. Los protones son tan pequeños que una pisquita de tinta, como el punto de esta “i” puede contener unos 500.000 millones de ellos, o bastante más del número de segundos necesarios para completar medio millón de años. Así que los protones son extraordinariamente microscópicos, por decir algo.
Ahora, imagínate, si puedes- y no puedes, claro-, que aprietas uno de esos protones hasta reducirlo a una millonésima parte de su tamaño normal en un espacio tan pequeño que otro protón, a su lado, pareciese enorme. Introduce después, en ese minúsculo espacio, 30 gramos de materia. Muy bien. Ya estás en condiciones de poner un universo en marcha.
Estoy dando por supuesto, obviamente, que lo que quieres construir es un universo inflacionario. Si en vez de eso prefirieses construir un universo clásico mas anticuado, tipo “Gran Explosión” necesitarías materiales suplementarios. Necesitarías, en realidad, agrupar todo lo que hay (hasta la última mota y partícula de materia desde aquí hasta el límite de la creación) y apretarlo hasta reducirlo a un punto tan infinitesimalmente compacto que no tuviese absolutamente ninguna dimensión. A eso es a lo que se llama una “singularidad”.
Y prepárate para una explosión grande de verdad. Querrás retirarte a un lugar seguro para observar el espectáculo, como es natural. Por desgracia, no hay ningún lugar al que retirarse, porque no hay ningún lugar fuera de la “singularidad”. Cuando el universo empiece a expandirse, no lo hará para llenar un vacío mayor que él. El único espacio que existe es el que va creando al expandirse.
Es natural, pero erróneo, visualizar la “singularidad” como una especie de punto preñado que cuelga en un vacío ilimitado y oscuro. Pero no hay ningún espacio, no hay ninguna oscuridad. La “singularidad” no tiene nada a su alrededor, no hay espacio que pueda ocupar ni lugar. Ni siquiera cabe preguntar cuánto tiempo ha estado allí, si acaba de brotar a la existencia, como una buena idea, o si ha estado allí siempre, esperando tranquilamente el momento adecuado. El tiempo no existe. No hay ningún pasado del que surja.
Y así, partiendo de la nada, se inicia nuestro universo.
En una sola palpitación cegadora, un momento de gloria demasiado rápido y expansivo para que pueda expresarse con palabras, la “singularidad” adquiere dimensiones celestiales, un espacio inconcebible. El primer animado segundo produce la gravedad y las demás fuerzas que gobiernan la física. En menos de un minuto, el universo tiene un millón de miles de millones de kilómetros de anchura y sigue creciendo rápido. Hace ya mucho calor, 10. 000 millones de grados, suficiente para que se inicien las reacciones nucleares que crean los elementos más ligeros, hidrogeno y helio principalmente, con un poquito de litio (un átomo de cada 100 millones). En tres minutos se ha producido el 98% de toda la materia que hay o que llegara a haber.
Tenemos un universo. Es un lugar con las más asombrosas y gratificantes posibilidades, un lugar bello además. Y se ha hecho todo, en lo que tú tardas en hacer un bocadillo. (*)
Algo más tarde el universo se enfría y partes de la materia de la “Gran Explosión” su juntan y solidifican, formando galaxias con estrellas, planetas y otros objetos del universo.
Una de esas estrellas es nuestro Sol y uno de sus planetas es la Tierra.
La Tierra en aquel momento es un lugar hostil y peligroso. Su parte liquida es una mescla de varios elementos a altas temperaturas. Su atmosfera de compone de vapores de toda clase de gases. Y su corteza se ve estremecida por la erupción de cientos de volcanes, mientras el cielo se parte con rayos y tormentas de intensidades increíbles. Y en aquel caldo de cultivo, de alguna manera, primero se forman lo aminoácidos, luego las proteínas y finalmente surge la vida.

(*) Una breve historia de casi todo. “Bill Bryson”

¿…? ¿Qué?
¿Qué te parece ésta?
…¿Increíble? ¿Fantástica quizás?
Pues bien pavero, enterado, hay que decidirse. Ahí está la cuestión.
“To be o no to be, that is de question”.
O como dice mi jefe: tú mismo.